LaLiga EASports (1-1)
El conjunto de Ancelotti firma tablas con el Betis en un vibrante partido y podría ceder el liderato al Girona si el equipo de Míchel gana al Barcelona. Jude Bellingham marcó para el Real Madrid y Rubial empató para el Betis con un zapatazo brutal.
El Real Madrid tropezó (1-1) en su visita al Benito Villamarín, un estadio donde el Betis aún no conoce la derrota en LaLiga EASports, y podría dejar de ser líder este domingo si el Girona de Míchel gana al Barcelona en Montjuic. Esta vez el habitual gol de Jude Bellingham, lleva 16 en lo que va de temporada (12 en Liga), no fue suficiente para un Real Madrid que pagó su desconexión final ante el equipo de Pellegrini.
Aitor Rubial hizo justicia a los méritos del Betis y firmó un golazo tras un zapatazo descomunal ante el que nada pudo hacer Lunin. Nada que reprochar al portero ucraniano, quien incluso salvó un punto con una mano final en el 96. Isco, un dolor de muelas para su exequipo, tuvo la victoria en la cabeza pero el palo se la negó en la recta final.
El Real Madrid dormirá hoy con 39 puntos, uno más que el Girona de Míchel y que el domingo tendrá la ocasión de ser líder en solitario de la competición tras 16 jornadas disputadas. El conjunto blanco dominó en la primera parte, pero Rui Silva evitó el gol blanco antes del descanso. Luka Modric carburó como hacía mucho no lo hacía y, al ritmo del croata, el equipo blanco se pudo ir a los vestuarios en ventaja. El Betis también tuvo ocasiones para abrir el marcador, pero Lunin lo evitó, en especial con una gran intervención ante Ayoze.
En la segunda parte, tras un arreón inicial verdiblanco, ocurrió lo de casi siempre. Jude Bellingham lanzó un desmarque al espació y Brahim le metió un balón magistral. El inglés controló con el pecho y definió con una naturalidad que asusta ante Rui Silva. Está más que confirmado que el Real Madrid ha fichado un jugador de época.
Pero el gol del inglés, de forma extraña, le sentó peor al Madrid que al Betis. Los de Pellegrini se fueron a buscar el área de Lunin y Aitor Rubial encontró el premio con un zapatazo descomunal que se coló por la escuadra del meta ucraniano. El Villamarín entró en combustión y el partido enloqueció en una recta final en la que inexplicablemente no hubo goles.
La ocasión más clara la tuvo Isco, cuyo remate de cabeza repelió el poste. Acto seguido Joselu tuvo el empate con un remate que se fue rozando el poste izquierdo de Ruis Silva. En el descuento, en la última jugada en el 96, apareció Lunin para negar el gol al Betis. Ahí acabó un auténtico partidazo, una batalla con reparto de puntos y que podría convertir al Girona en líder en solitario de LaLiga.