EL DELANTERO, PENDIENTE DE EVOLUCIÓN
El Real Madrid puso el broche al exitoso 2018 (campeón de Europa y del Mundial de Clubes) con una sesión de entrenamiento rodeado de sus aficionados, que llenaron el estadio Alfredo Di Stéfano para ver, arropar y animar a sus jugadores.
El equipo de Santiago Solari tuvo una sesión especial en el último entrenamiento del año, para empezar cambió los habituales campos 1 y 2 de la Ciudad Real Madrid por el estadio Alfredo Di Stéfano, donde los socios llenaron las gradas para ver a sus ídolos.
Eso si, el equipo siguió con su trabajo preparando el primer partido del año, en el que se enfrentará al Villarreal el 3 de enero en el estadio de la Cerámica, en el encuentro aplazado correspondiente a la 17ª jornada de Liga.
El trabajo con balón protagonizó una sesión en la que Solari contó con el jugador del Castilla Javi Sánchez. El entrenamiento arrancó con carrera continua y rondos a modo de calentamiento. A continuación el grupo hizo diversos ejercicios de posesión y presión con el balón, para seguidamente disputar un partido en el que la afición disfrutó con los goles y las acciones técnicas de los jugadores.
Para finalizar el trabajo el técnico dispuso ejercicios con centros y remates, con los trofeos de la Decimotercera y el Mundial de Clubes luciendo sobre el césped.
Las ausencias corrieron a cargo de Mariano y Marco Asensio, que continúan con sus procesos de recuperación. En el caso del delantero centro, el club informó de que "tras las pruebas realizadas" a Mariano "se le ha diagnosticado una irritación del nervio ciático. Pendiente de evolución".