CHAMPIONS JORNADA 4 | VIKTORIA PLZEN 0 - 5 REAL MADRID
El Real Madrid recuperó confianza a base de pegada y destrozó con goles el espíritu combativo del modesto Viktoria Plzen, con Karim Benzema inspirado yejerciendo de líder en una goleada que le impulsa para asaltar el liderato de un grupo, el G, que se decidirá en el Olímpico de Roma. La reconstrucción del campeón de Europa comienza a llegar a base de goles y buenos resultados.
Santiago Solari firma el pleno, tres de tres, y tomando decisiones con personalidad. En Pilsen enterró el debate de la portería, apostando por Thibaut Courtois, y sentó en el banquillo a Modric, Isco y Marco Asensio.
Los goles lo tapan todo. Hasta las dudas defensivas ante cualquier rival, poderoso o modesto, que se adueñaron de un inicio en el que el ímpetu del Viktoria generó minutos de problemas. Pero el factor fortuna, tan en contra de Julen Lopetegui, ha cambiado y ahora son los travesaños los que de nuevo evitan goles del rival. Una acción de Hrosovský por la izquierda, que apuraba hasta línea de fondo a los 9 minutos, acababa con un centro potente que golpeaba en Nacho y repelía la madera.
Poco después Procházka buscaba la escuadra y Chorý no llegaba por milímetros. La inestabilidad se escenificaba en Ramos y un codazo que debió costarle la roja directa. Havel, con la nariz dañada, no pudo acabar el primer acto. El balón parado fue el punto clave donde el Real Madrid explotó la debilidad del rival. Antes, Benzema demostró que era su noche.
Muy activo en fase ofensiva, con acierto en cada balón, rompió el partido con un gol para enmarcar. Arrancando desde el perfil izquierdo, realizó en velocidad dos recortes, uno con el exterior de su pie derecho, el segundo con el izquierdo para sentar al rival, y definió con calidad. En tres minutos el Real Madrid lograba lo que hasta el momento había sido incapaz todo el curso, sentenciar un partido.
Casemiro de cabeza tras un saque de esquina de Kroos firmaba el segundo y mostraba el gran punto débil del equipo checo. Las llegadas a balón parado hicieron temblar al Viktoria, que aún encontró algún exceso de confianza madridista al contragolpe, pero su ilusión desapareció a base de goles. Benzema sellaba su doblete con regalo de Bale para superar la barrera de 200 goles con el Real Madrid, y el galés firmaba de zurda el cuarto antes del descanso.
La debilidad defensiva del Viktoria era un regalo que no se podía desaprovechar en un encuentro que cura heridas. Quedaba poca historia para el segundo acto, que arrancó con dos paradas de Courtois y el Real Madrid aprovechando los espacios para correr. Solari protegía a Ramos, apercibido de sanción para Roma si era amonestado, y daba minutos al canterano Javi Sánchez. La defensa con Odriozola, Nacho y Reguilón sería impensable hace unos meses.
No sufrió en exceso ante un Viktoria que buscó el tanto de la honra con más corazón que cabeza. Dejó distancia entre líneas que saltó a aprovechar Vinicius y su hambre de gloria. Lo intentó siempre partiendo de la izquierda, perdonando alguna acción de peligro pero asistiendo a Kroos para una maravilla de gol que puso el cierre. El pase le cogió con el cuerpo adelantado y lo acomodó para picar el balón con un globo ante el que nada pudo hacer Hruska.