Champions League
El Real Madrid logró, pese a sus importantes bajas, una gran victoria ante el Inter de Milán en San Siro. Un triunfo que es histórico, al ser el primero a domicilio ante el Inter en toda su historia y que aclara el futuro de los de Zidane en la Champions.
El día que el mundo del fútbol lloró la muerte de Maradona, el Real Madrid saltó al césped de San Siro demostrando que esta competición es suya por historia y por noches como estas.
Asustaba el Inter de Lukaku y Lautaro en la previa, más teniendo en cuenta las bajas (Ramos y Benzema) del Real Madrid. Pero el equipo blanco no suma 13 'orejonas' por casualidad.
La camiseta blanca impone en toda Europa y el Inter, que necesitaba la victoria para seguir vivo, vio como el Real Madrid se agigantaba en Milán. Hazard apareció en el momento justo de la temporada y el equipo de Zidane ya ve la clasificación para octavos mucho más cercana.
No pudo empezar mejor el partido para el Real Madrid. Pase de Odegaaard, internada de Nacho y penalti claro. Hazard cogió el balón y no lo dudó. El gol dio aún más cuajo a la versión más seria del Madrid en toda la temporada y descentró por completo al Inter de Milán.
Lucas Vázquez, el mejor de un gran Real Madrid
Los de Conte nunca lograron tener el control del partido, mucho menos tras la absurda autoexpulsión de Arturo Vidal. El chileno es reincidente y les debe una disculpa a sus compañeros.
En cambio, el Real Madrid fue un equipo solidario, trabajador e impenetrable en defensa. Una sola vez tuvo que intervenir Courtois, un dato que dice mucho teniendo en cuenta que enfrente estaban Lukaku y Lautaro.
Mención especial para Lucas Vázquez. El gallego ha aguantado muchos comentarios y críticas, pero su rendimiento es sobresaliente y fue el mejor sobre el césped de San Siro. Un roca atrás y un puñal en ataque.
Su centro fue un regalo para Rodrygo, que mandó al fondo de las mallas el primer balón que tocó nada más salir del banquillo.
El Real Madrid ya ve la orilla de los cuartos de final tras su mal inicio en la Champions. El rey de Europa no suele fallar en las noches clave y el Inter puede dar fe de ello.