Europa League
Euforia total en Villarreal tras ganar la Europa League después de la tanda de penaltis más larga de la historia en un torneo internacional: es la población más pequeña, poco más de 50.000 habitantes, que gana un título continental.
Euforia máxima entre los seguidores del Villareal después de que su equipo hiciera historia tras ganar la Europa League al mismísimo Manchester United. Es la población más pequeña de Europa, poco más de 50.000 habitantes, en ganar un título continental. Y lo ha conseguido tras un partido de infarto que se ha decidido tras 22 penaltis.
Alcanzar el triunfo no fue sido fácil: hubo una habido tanda de penaltis interminable: todos los jugadores menos De Gea marcaron su penalti. Nada más y nada menos que que 21 goles consecutivos: la tanda de penaltis más larga de la historia en un torneo internacional.
La parada final de Gerónimo Rulli sin duda ya es historia del fútbol español. Y Emery se suma a la espalda la cuarta Europa League de su carrera en 5 finales disputadas: "Ha sido impresionante, espectacular y muy difícil de repetir". Es, junto a Zidane, el técnico más laureado en Europa de la última década.
Los aficionados que habían ido a apoyar a su equipo a Polonia salían del estadio exultantes: "Contra el Manchester... un equipo pequeño... ¡Somos los mejores!", gritaba un hincha groguet. Y los que se han quedado en Villareal vivieron por todo lo alto el partido. Alegría y sufrimiento hasta que llegó la parada de Rulli: "¡Esto es lo más que puede vivir un pueblo!". Es la esencia del fútbol.
Así fue la fiesta desde dentro
Es también un día histórico para los jugadores del Villarreal. Todos fueron a abrazar al portero Rulli tras su decisiva parada a De Gea. En este partido ha habido de todo. Jaume Costa se lleva de recuerdo un trozo de red de la portería. Y de la emoción, del llanto en el césped, a la fiesta en el vestuario.
Alberto Moreno no ha duda en retransmitir la celebración en sus redes sociales, y no ha sido el único. "Héroe" ha sido lo que más le han gritado a Rulli. Pero desde luego la celebración más atrevida la ha protagonizado Raúl Albiol: sus compañeros le han rapado.