DECISIÓN UNÁNIME DE LOS EQUIPOS
Los 20 clubes de la 'Premier League' han acordado "por unanimidad" limitar a 30 libras (38,7 euros) el precio de las entradas de los aficionados visitantes durante las próximas tres temporadas. La medida, aprobada por los clubes de la máxima categoría del balompié inglés y por la liga inglesa, entrará en vigor a comienzos de la campaña 2016/2017 y se mantendrá hasta el año 2019.
"Los clubes saben del estatus único que tienen los hinchas visitantes. Son imprescindibles en los estadios y ayudan a generar una respuesta positiva de los aficionados locales, lo que hace que los partidos de la Premier League sean diferentes de los de cualquier otra liga", aseguró la Premier mediante un comunicado.
Una ocupación del 90%
"Los hinchas visitantes tienen que hacer frente a varios gastos extra, como el coste de las entradas para el partido, puesto que los descuentos como abonados no se les aplican fuera de su estadio. La responsabilidad recae en ellos y en el club, por eso creemos que es adecuado que haya una iniciativa colectiva para ayudarlos", explicó.
"En su última reunión, el 4 de febrero de 2016, los clubes acordaron por unanimidad que se debería hacer algo más para ayudar a los aficionados visitantes y, tras barajar una serie de opciones, se ha decidido limitar a 30 libras el precio máximo para las entradas visitantes", concluyó la misiva.
La Premier League ha tenido una media de ocupación del 90 % en sus estadios en las últimas 19 temporadas, que ha aumentado hasta el 96,2 % en las dos pasadas. El debate sobre el elevado precio de las entradas en Inglaterra cobró especial relevancia el pasado 6 de febrero, cuando miles de aficionados del Liverpool, entre los que se encontraba el exjugador Jamie Carragher, abandonaron el estadio de Anfield en el minuto 77 del partido ante el Sunderland en protesta por el aumento de precio que había anunciado el club.
El Liverpool, detonante de la situación
A falta de 13 minutos para el final del encuentro, algo más de 10.000 espectadores se levantaron de sus asientos y, como parte de la campaña "Walk Out", abandonaron el estadio después de haber conocido pocos días antes que el club cobraría a partir de la próxima temporada hasta 77 libras (100 euros) por un billete para un partido.
Sin embargo, el club del norte de Inglaterra dio marcha atrás apenas una semana después y anunció que congelaría el precio de las entradas en Anfield, al igual que el de los abonos anuales.