Fútbol
José Mourinho no se podía esperar lo que le iba a suceder cuando se despertó esta mañana. Lo que parecía un día normal de pretemporada, con el habitual entrenamiento de la AS Roma, acabó convirtiéndose en una anécdota que recordará tiempo.
Una pareja de españoles seguidores del equipo giallorosso pudo cumplir un sueño, visitar las instalaciones del equipo romano y conocer al técnico portugués, con el que pudieron hacerse una fotografía.
Hasta ahí, todo normal, más o menos. La sorpresa llegó cuando tras realizarse la instantánea, le pidieron al bueno de Mourinho que no se marchara. Lo mejor estaba por llegar y no era Paulo Dybala, ya oficialmente nuevo jugador romanista.
El luso no entendió el motivo al principio, pero acabó accediendo. Su cara de incredulidad habla de la sorpresa que vivió el portugués cuando el hombre comenzó un nervioso discurso que terminó rodilla en tierra, con un anillo en el dedo de su futura mujer y con las lágrimas aflorando.
"Lo que le faltaba en el palmarés", reza la publicación de la Roma en Twitter. El portugués, que hace unos meses hizo historia tras conquistar con los italianos la Conference League y así lo muestra orgulloso en su nuevo tatuaje, ahora ve nacer un matrimonio. Siempre con una consigna clara: "forza Roma".