LALIGA JORNADA 30 | LAS PALMAS 0-3 REAL MADRID
El Real Madrid hizo los deberes y pese a las ausencias de futbolistas capitales se impuso con comodidad a la UD Las Palmas (0-3), antes de encarar el próximo martes en Turín la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante la Juventus.
El conjunto blanco aprobó el examen y dejó encarrilada su victoria ya al descanso, con goles de Bale y Benzemá (de penalti), en el partido 400 del francés con el Real Madrid, un triunfo que aseguró nada más volver del descanso el propio Bale, también desde los once metros, y con la única noticia negativa de la lesión de Nacho Fernández en el primer tiempo.
Ante el inminente choque con la Juve, Zidane se dejó en Madrid a Cristiano Ronaldo, Ramos, Marcelo, Kroos e Isco, además del sancionado Carvajal, pero no quiso correr riesgos y puso al resto de habituales titulares en un once inicial reconocible, en particular de centro del campo hacia adelante.
En la defensa, prefirió a Jesús Vallejo como central y situó a Nacho Fernández en el lateral diestro, antes que la opción de Achraf para suplir la ausencia de Carvajal en ese flanco. Después, por la lesión de Nacho en su pierna izquierda, tuvo que cambiar los planes iniciales antes del primer tercio de partido.
Por su parte, la Unión Deportiva, aún más presionada en su lucha por salvar la categoría tras conocer el empate obtenido solo unas horas antes por el Levante, se mostró como un equipo atrevido, tomó riesgos con presión alta y una zaga adelantada, y suyos fueron los primeros intentos peligrosos, en sendos disparos desde fuera del área; el primero, de Calleri, pasó ceca del palo derecho de Navas, y el segundo de Halilovic, lo rechazó el portero costarricense.
Los de Zidane desbordaban la línea defensiva local con relativa facilidad, permutando posiciones y con mucha movilidad en todo su frente de ataque, pero les faltó lucidez para finalizar las acciones. Marco Asensio, en el minuto 23, perdonó el 0-1 tras una recuperación y rápida transición con pase de Bale al mallorquín, cuyo disparo desvió Chichizola sacando una gran mano izquierda.
El Madrid, no obstante, concedió algunas facilidades atrás. Momo también pudo marcar para Las Palmas pero le pegó mal al balón, con demasiada comodidad dentro del área. El conjunto blanco sí demostró su pegada con un gran gol de Gareth Bale.
El tanto se originó en un saque en corto de Keylor Navas a Asensio, pase de éste a Modric y gran servicio al hueco del croata que acabó el galés de potente zurdazo al palo largo, a media altura, ganando en su galopada a Macedo.
Las Palmas no reaccionó al golpe recibido, algo habitual en la frágil moral de los isleños, pero ahí no acabaron sus desgracias. Su delantero centro, Jonathan Calleri, cometió la torpeza de atropellar en el área propia a Lucas Vázquez. El penalti lo convirtió de fuerte disparo raso Karim Benzema, celebrando así sus 400 partidos con el Real Madrid, además hoy como capitán.
Con el 0-2 al descanso, el mayor enemigo del Madrid no vestía de amarillo: era su posible relajación ante un escenario cómodo, y con el duelo del Juventus Stadium inexorablemente en la mente de todos. Necesitaba un tercer gol para liquidar el partido ante un Las Palmas que se jugó el todo o nada con dos cambios al descanso, pasando a jugar con defensa de tres y dos delanteros.
Pero el plan B de Jémez, tras un inicio prometedor, duró lo que las entradas para una final de Champions. Un nuevo penalti por una plancha de Ximo Navarro a Bale, lo convirtió esta vez el propio futbolista galés con un disparo centrado sin dejar de mirar al portero desde los once metros.
El marcador, ya inalcanzable para Las Palmas, permitió a Zidane guardarse para Turín a sus escuderos Casemiro y Modric, aún con media hora de juego por delante, propicia para el lucimiento de determinados futbolistas, pero Benzema perdonó su doblete, y Bale su particular 'hat-trick' en ocasiones diáfanas.
La ansiedad de Las Palmas fue tal que incluso Erik Expósito mandó a las nubes un balón que había interceptado tras un grave error de Keylor Navas.
El equipo amarillo buscó con orgullo un tanto del honor que seguramente mereció, pero sin fortuna ante un rival a una distancia sideral, que incluso acabó perdonando una goleada de escándalo, y que ya piensa, ahora sí de pleno, en el choque prioritario de Turín.