DANA
La riada del fin de semana deja a un modesto club de fútbol de tercera división sin instalaciones. Cuatro balones y poco más logró salvar el C.D. Villamanta madrileño.
La 'zona cero' de la última Danaque atravesó España se sitúa en Villamanta. Allí les cayó el cielo a los habitantes de este pequeño pueblo cercano a la capital, Madrid. No se quedó al margen de la tragedia el modesto equipo local del Villamanta. Tenían previsto jugar un amistoso el mismo domingo.
Las alertas les obligaron a ser cautos y se terminó suspendiendo. Algo que les salvó de una tragedia mayor. Uno de sus jugadores, Jaime Porcar, ha contado a Deportes Antena 3 todo lo ocurrido el fatídico domingo 3 de septiembre. Jaime asemeja la riada como si descargase todo "el mar atlántico, huertos, carreteras, todo lo que antes era una lengua de tierra ahora era el mar", asegura.
En esos momentos él, y el resto de equipos que componen el club, se estaban quedando sin instalaciones deportivas. Engullidas por una inmensa masa de agua que arrastraba un río cercano. El paisaje, días después, todavía es desolador. Los que se acercan al lugar se quedan sin palabras: "Nos hemos quedado sin campo de fútbol", se lamentan. "No queda nada, como mucho creo que han rescatado cuatro o cinco balones", es el triste balance que hace de la situación nuestro protagonista: "El agua entró en los vestuarios y reventó todas la puertas". Quejas que lanzaban los directivos del modesto club madrileño tras contemplar los daños: "Madre mía qué ruina, qué ruina".
Una desgracia de la que tardarán en salir si no reciben ayudas pronto. Aunque ahora el campo es un problema menor, el club esta ayudando a las familias afectadas sacando barro de las casas.
El Villamanta ya lanzado una señal de socorro para poder comenzar el campeonato. Y los pueblos vecinos se la han dado "han salido un montón de clubes a echarnos un cable, a cedernos el campo para poder jugar", nos dice Jaime Porcar. que asegura que "a pesar de las alarmas no creíamos que fuera a pasar tanto". Pasada la tormenta todos desean... que vuelva a salir el sol.