Copa del Rey
Un golazo de Pablo Ibáñez en el minuto 116 de la prórroga clasifica a Osasuna para la final de la Copa del Rey. Segunda final de Copa en la historia del conjunto navarro.
Dieciocho años después Osasuna jugará de nuevo una final de la Copa del Rey. Será la segunda de su historia tras la que disputó en 2005 ante el Betis. Esta vez tuvo que llegar vivo hasta el minuto 116 de la prórroga para que Pablo Ibáñez dejara mudo San Mamés con una volea mágica, un tanto que va directo a la historia del conjunto navarro.
Los de Arrasate sufrieron de lo lindo durante un partido dominado por el Athletic, que se adelantó con un gol de Iñaki Williams. Pero Sergio Herrera se agigantó en 'La Catedral' para evitar el segundo gol de los de Valverde, el que hubiera supuesto la sentencia para el equipo navarro. El partido se fue con ese 1-0 a la prórroga y ahí apareció Pablo Ibáñez para hacer realidad el sueño de Osasuna y de toda una afición.
Osasuna se medirá contra el ganador de la segunda semifinal, la que disputan este miércoles Barcelona y Real Madrid en el Camp Nou.