Fútbol
Han pasado varios días conociendo Bilbao invitados por el Gobierno Vasco. Incluso han presenciado un partido del Athletic.
Los novios de la boda sevillana más viral, la de la final de la Copa del Rey, tienen una agenda de lo más apretada estos días. Han subido al mirador de Artxanda para contemplar Bilbao desde lo alto, han surcado la Ría del Nervión en un barco turístico o han visitado el Puente Bizkaia en Portugalete. La mañana del domingo la han dedicado a disfrutar de la villa junto a su familia y posteriormente han visitado el Museo del Athletic.
Nosotros coincidimos con ellos en el Guggenheim. Paseando junto al Museo recordaban aquel seis de Abril, el día de su boda. Ismael nos comenta que fue un momento único. Su pareja, María, asegura que fue inolvidable tanto la llegada como la salida de la catedral. Fue algo muy especial.
"Fue un momento único, aún tengo los pelos de punta. Que menos que, con todo el cariño recibido, llamemos al niño Gorka", apunta Ismael.
Con su visita a Bilbao desean devolver todo el cariño recibido. Él nos dice que les ha encantado de siempre el País Vasco. "La gente es increíble, majísima, allí donde vayas todo el mundo tiene una sonrisa", apostilla su mujer. Ismael añade que les paran para hacerse fotos, "nos preguntan a ver qué tal fue el momento de la boda" y que si les molestó. Él contesta siempre a la gente que "para nada, para nada nos molestaron".
Ayer pisaron el césped de San Mamés y contemplaron el partido del Athletic de Bilbao contra Osasuna. Ante la cámara oficial del club rojiblanco, Ismael aseguraba que lo que se ha vivido en el campo de fútbol es un espectáculo.
Junto a nosotros se detienen unos instantes para contemplar la Ría por donde navegó la Copa del Rey sobre la gabarra. María nos comenta que vieron las imágenes desde la Luna de Miel y que tuvo que ser increíble. Una pena no haber podido estar aquí y compartir ese momento, concluye.
Cuando les preguntamos por la filosofía del Athletic, cuyos jugadores son vascos o formados en Lezama, Ismael la defiende sin ninguna duda. Llevan muchos años de tradición y siguen ahí, asegura. De hecho, han ganado la Copa del Rey, añade, y eso es único de aquí.
Bajo la escultura mamá nos comentan que cuando tengan un niño lo llamarán Gorka para devolver el cariño que han recibido. Qué menos, subraya Ismael. Sin duda, los dos se merecen una copa.
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