Fútbol
Moussa Marega volvía a la que fue su casa, el Estadio Dom Afonso Henriques donde disputa los partido como local el Vitória Guimaraes, pero esta vez como visitante con la casaca del FC Oporto.
Marega recibió insultos racistas por parte de la grada, cuando en el minuto 60, marcaba el gol que le daba la victoria a los 'Dragones' y en la celebración se señalaba el color de su piel. Los aficionados incluso le tiraron las butacas del estadio y el delantero utilizó una de ellas para festejar el tanto, por lo que el árbitro le enseño la cartulina amarilla.
Harto de escuchar los insultos racistas, el delantero franco-maliense decidió abandonar el terreno de juego. Sus compañeros intentaron convencer de que se quedará, pero al final fue sustituido. Saliendo del campo dejaba ver su enfado con el pulgar hacía abajo y una vez ya en el banquillo, dedicó una peineta a los aficionados rivales.
Sérgio Conceição, técnico del Oporto, también se dirigió a la grada diciendo "esto es una vergüenza, caralho".
Marega subió la foto haciendo la peineta con el siguiente texto: "Me gustaría decir a todos esos idiotas que van a los estadios a lanzar gritos racistas... ¡que os jodan! Y también agradezco a los árbitros por no defenderme y por sacarme una tarjeta amarilla por defender el color de mi piel. Espero no volver a encontrármelos sobre un terreno de juego. ¡Sois una vergüenza!".