Caso Rubiales
La actuar seleccionadora ha prestado declaración como testigo ante el juez en el marco del 'caso Rubiales' y ha reconocido que fue Jorge Vilda quien le obligó a acudir a la polémica Asamblea de la RFEF en Las Rozas del pasado 25 de agosto.
Montse Tomé, actual seleccionadora de la selección española femenina, ha comparecido este viernes en la Audiencia Nacional en calidad de testigo dentro de la investigación del beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso tras la final del Mundial el pasado 20 de agosto. La técnica asturiano ha desvelado en sede judicial que acudió a la Asamblea de la RFEF del 25 de agosto en la que Rubiales se negó a dimitir porque Jorge Vilda se lo dijo.
Además, la actual seleccionadora ha explicado la razón por la que decidió no convocar a Jennifer Hermoso en su primera lista tras asumir el cargo y ha esgrimido que fue por "motivos deportivos". Montse Tomé si ha reconocido que, pese a ser una decisión deportiva, también pesó el ambiente mediático que había en España tras el beso de Luis Rubiales a la delantera Jenni Hermoso. La seleccionadora nacional ha negado este viernes que su predecesor, Jorge Vilda, o alguien de la Federación influyesen en su decisión de no convocar a Jenni Hermoso en sus dos primeros partidos al frente del equipo.
El juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, propuso el pasado 25 de enero juzgar a Luis Rubiales por el beso a la internacional española y también estimo que hay suficientes motivos para sentar en el banquillo a Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera por supuestas coacciones a Jenni Hermoso para que declarara que el beso fue consentido.
En su auto, el juez Francisco de Jorge concluye que el beso a la jugadora "no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva" por parte del expresidente de la RFEF.
"Sujetó (Rubiales) la cabeza de la jugadora con ambas manos, a la altura de los oídos, y, de manera sorpresiva e inesperada, propinó un beso en los labios de la jugadora, que no se apercibió de la intención del querellado de besarla en los labios ni dio su consentimiento para ello. Jennifer Hermoso, desconcertada y sorprendida por el inesperado beso en los labios, no tuvo tiempo de reaccionar. La jugadora trató de restarle importancia en un primer momento y continuar celebrando el histórico triunfo de la selección. No obstante, conforme iban pasando las horas, la euforia del triunfo fue dando paso al malestar y al sentimiento de haber sido ofendida por la acción antes relatada, malestar que fue en aumento ante las presiones de Luis Manuel Rubiales y de su círculo próximo para que públicamente manifestase que el beso había sido consentido", reza el auto del magistrado.