REAFIRMA EN QUE NO HAY QUE DUDAR DE SU PROFESIONALIDAD
El técnico del Málaga, José Miguel González 'Míchel', dijo ante las suspicacias surgidas por el partido con el Real Madrid, que se juega LaLiga en La Rosaleda, que no tolera que se ponga "en entredicho la capacidad" de su plantel y que quienes le conocen no tienen "ninguna duda" sobre él. "No me gusta que se ponga en entredicho la capacidad de mis jugadores, eso no lo tolero, porque son buenos y lo han demostrado sea cual sea el rival", afirmó en rueda de prensa el entrenador malaguista, un icono del madridismo en su etapa de jugador.
Míchel recalcó, además, que para él es una "alegría" que "todos aquellos" que le conocen "no tengan ninguna duda" sobre él ni sobre su profesionalidad, y precisó respecto a los comentarios malintencionados sobre el papel del Málaga como juez de la Liga que no le "molesta", pues, de lo contrario, le "afectaría" y se "distraería" de su responsabilidad. "Respeto a toda la gente que quiera hacer su tipo de opiniones o el periodismo" que quiera, indicó el preparador madrileño.
Míchel, además, añadió: "Tengo 54 años y de mí se ha dicho mucho, hasta cosas que son verdad, pero me alejo del protagonismo, entre otras cosas porque después de tantos años en el fútbol entiendo muy bien cómo funciona esto".
El técnico del Málaga fue claro al asegurar que ellos no forman "parte de ese movimiento sobre juicios, culpables e inocentes", y subrayó que él no juega, que sólo tiene "el protagonismo de ser entrenador" y que "los verdaderos protagonistas, como han demostrado, son los jugadores".
Aseveró que ante el Real Madrid jugarán los futbolistas que consideren que son "mejores" y agregó que "es una alegría" que sus "amigos sean un poquito del Málaga y que todos aquellos" que le "conocen no tengan ninguna duda" sobre él. "Nadie insinúa nada, lo que se hace es sacar frases de contexto según los intereses, y lo demás es fútbol", insistió Míchel, que manifestó que la realidad dice que "el Madrid es un gran equipo" y que "el Málaga lo está siendo" en esta recta final de la competición.
Negó que la situación que se ha dado ante este último encuentro de Liga sea "un marrón" para él. "Un marrón era hace dos meses y medio ver los partidos en mi casa, tomándome un Martini blanco y preguntándome cuándo me llamaría un equipo", manifestó.
Para el entrenador del Málaga, "el Madrid es un equipo con un gran nivel, con jugadores de mucha calidad y mucho carácter", y señaló sobre el futuro y la probable salida del máximo goleador de su conjunto, Sandro Ramírez, que se le "están acabando la velas" que enciende para intentar que continúe en su plantilla. "Intentaré cargar unas cuantas (velas) en Madrid, que voy a San Antonio, y ponerlas", bromeó Míchel sobre Sandro, que tiene una cláusula de rescisión de seis millones y muchas ofertas, por lo que admitió que "la situación está mucho más complicada para su continuidad".