Champions League
El Barcelona ha logrado este miércoles una sufrida victoria en Praga (1-2), donde ha conseguido sumar tres puntos ante el Slavia que le permiten seguir firme en el liderato del Grupo F de la Liga de Campeones.
El conjunto azulgrana dominó desde el primer minuto gracias a una efectiva presión que originó el primer gol, obra Leo Messi en el minuto 3 a pase de Arthur Melo al primer toque. Tras el gol, Marc-André ter Stegen evitó el tanto del conjunto checo hasta en tres ocasiones.
La insistencia local tuvo premio en el minuto 50 después de una rápida contra culminada por Boril. Siete minutos después, Olayinka, en propia puerta al desviar un remate de Luis Suárez, volvió a dar de nuevo ventaja al Barcelona hasta el final.
Y es que hoy el Barcelona salió fuerte ante un rival correoso; Valverde dispuso una línea de presión muy alta con el tridente Messi, Suárez y Griezmann. Fue así como un robo de Messi, en combinación con Arthur Melo, la devolución de éste sobre Leo y un remate de primeras en el minuto 3 adelantó al Barça (0-1).
Sin embargo, el cuadro culé dejó de nuevo crecer a su oponente. Su centro del campo se diluyó, sus arietes no tenían presencia y el partido se convirtió en un toma y daca en el que el Slavia se manejó mejor.
Boril, en el minuto 20, puso por primera vez a prueba a Ter Stegen, que se tornó otra vez determinante. Así, hasta del descanso, las mejores opciones fueron para el equipo de Jindrich Trpisovsky.
Ya en la segunda parte, la inercia del partido invitaba al empate y el Slavia tardó apenas cinco minutos del segundo tiempo para conseguirlo tras una acción en la que el carrilero Boril tuvo más decisión que la pareja de centrales barcelonistas (1-1 en el minuto 50).
El gol despertó al Barça y, casi en la siguiente jugada del partido y con algo de suerte, una falta botada por Messi y rematada por Luis Suárez casi sin ángulo acabó en la portería tras tocar en Olayinka (1-2 en el minuto 57).
Messi falló ocasiones claras
La aparición en escena de Messi fue determinante. El diez azulgrana no acertó en el 68, como tampoco Suárez, en una acción solo ante el meta Kolar. La puntilla del partido la tuvo Messi que falló seguramente uno de los goles más fáciles de su carrera en el 75.
De nuevo en la recta final, sin Busquets -lesionado- con Dembélé -que entró por Griezmann- y con Arturo Vidal, el partido se volvió loco. De hecho, estuvo mucho más cerca el empate el Slavia que el tercero del Barcelona en alguna contra. Un triunfo sufrido y con suerte que deja a los culés líderes grupo.