Coronavirus
Isabel Rodríguez y Antonio Caparrós, un matrimonio de socios del Espanyol, viajaron hasta el otro lado del mundo para reencontrarse con Nick Puñal, presidente de la peña perica en Sídney. Sin embargo, el coronavirus se interpuso en su camino y quedaron confinados en el barco.
Ahora, por fin, Isabel Rodríguez y Antonio Caparrós han llegado a Barcelona tras más de tres meses sin tocar tierra. Lo han hecho luciendo sus bufandas pericas y exultantes; nadie en el barco tiene coronavirus, según los test realizados.
Después de dar la vuelta al mundo desde enero, el crucero logró atracar el lunes en Marsella y el martes un autobús les llevó por fin hasta su casa en Cataluña.
"Nuestra casa (el crucero) durante casi cuatro meses. Hemos vivido en una burbuja, bañándonos en la piscina y bailando. En otro mundo, muy bonito. Pero ese sueño se ha truncado con la dura realidad de España", aseguran.
"Estamos todos sanos"
"Se ha visto truncada nuestra ilusión de completar la vuelta al mundo por el dichoso coronavirus. Nuestro capitán, muy responsable, no ha querido desembarcar a nadie del barco, ya que estamos todos sanos", contaba Antonio a Antena 3 Deportes.
Nick, pese a no poder reencontrarse con sus amigos, decidió acudir al puerto para al menos verse desde la distancia: "Me fui al puerto, puse una bandera del Espanyol en el suelo y les llame cantando. Una pena que estén aquí en el otro lado del mundo y no poder coincidir".
Sídney era una de las sus escalas de su vuelta al mundo en crucero: cuatro meses de navegación y 32 países. Pero la COVID-19 paró el mundo.