Deporte femenino
Su club, el Espanyol, la ha despedido y ahora María José Pons les ha denunciado. Un dolor anímico y económico que se une al físico. Tras 20 años siendo portera, una lesión mal curada le ha dejado con sólo un 20% de movilidad en la mano.
El calvario de Maria José Pons empezó con un entrenamiento y una lesión de la que le pidieron que volviese cuanto antes: "A partir de forzar tanto se desplazó el hueso". Al final se operó y el plazo de recuperación era de dos o tres meses: "Llevo 11 meses y sigo sin poder jugar y teniendo una mano que apenas puedo usarla en mi día a día".
Mariajo que durante ese tiempo renovó una temporada más con el Español se encontró hace unos días con una sorpresa: "Me dijeron que ya no contaban conmigo, me pusieron el despido, me dijeron que me daban 3.000 euros y que me buscara la vida ya. Que si tenía cualquier problema con la mano que hablara con la mutua. Les dije no iba a firmar nada".
Operarse le cuesta 10.000 euros
Ha denunciado y por eso reclama que cambien las cosas en el fútbol femenino: "No puede pasar que a una jugadora que está en un club la dejen de la mano de Dios".
También pide que los responsables se hagan cargo de una operación que ella no puede pagar: "Cuesta unos 10.000 euros. De eso deberían hacerse cargo quienes me han llevado a ello".
Todo para recuperar una mano que le impide hacer una vida normal: "No puedo coger una moneda, cerrar el puño, escribir normal, me cuesta recogerme el pelo...", explica.
https://twitter.com/mariajo_pons/status/1285249181553233920
El Real Madrid femenino ya es una realidad y echa a andar de cara a la próxima temporada.