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El Manchester City avasalla al Real Madrid camino de la final de Estambul

Los de Guardiola se cobran sobrada venganza de la remontada del año pasado con un 4-0 al Real Madrid en el Etihad (Global 5-1). Los blancos entregan su corona a un Manchester City superior.

Haaland celebra junto a Akanji el tercer gol del CityGetty Images

Esta vez no hubo milagro posible. El Manchester City se ha cobrado sobrada venganza de la remontada del año pasado y jugará la final de la Champions League tras doblegar al Real Madrid por un contundente 4-0 (Global 5-1). Repaso doloroso de los de Guardiola a los blancos, que no podrán reeditar el título de campeón de Europa. El equipo inglés se cita con el Inter de Milán el 10 de junio en Estambul, donde buscará su primera corona continental en una final a la que llega como gran favorito tras una semifinal en la que ha destrozado al conjunto de Ancelotti haciéndole cuatro goles.

Los de Carletto pagaron con creces su terrorífica primera parte en el Etihad: Bernardo Silva firmó un doblete, pero Courtois sacó otros dos goles cantados a Haaland con sendas paradas. El primer tanto vino tras una pared en banda derecha, donde buscaron -y encontraron- la superioridad sobre Camavinga;Kroos perdió la marca y Bernardo, el mejor arriba, finalizó con un tiro seco al palo corto. En el segundo, los sky blues pillaron a los visitantes descolocados después de que Camavinga saliera de posición y el portugués terminó embocando de cabeza un balón suelto en el área. Rodrigo volvía a marcar el tempo del partido y el caudal ofensivo de De Bruyne se desbordaba.

Vinícius contra el mundo

El Real Madrid se veía arrasado por la exhibición de fútbol total del City; lo peor de los primeros 45 minutos no fue solo el resultado, sino la sensación de supremacía inglesa. Ancelotti planteó el duelo como en la ida del Bernabéu, con la única introducción de Militao por Rüdiger, pero no leyó que su equipo no llegaba en condiciones de jugar de igual a igual a los británicos en Mánchester. Los jugadores blancos apenas dieron dos pases seguidos, no se anticiparon a ningún balón dividido y un zurriagazo lejano de Kroos que se topó con el larguero fue su única producción ofensiva. Un disparo que pudo cambiar el partido, pero este año no salió cara.

En la segunda mitad los merengues saltaron al campo con otros aires, presionando arriba y estirando el campo para forzar un duelo de ida y vuelta. Sin embargo, siempre hubo más sensación de peligro que peligro real; no andaba fino Benzema y tampoco hubo más plan que Vinícius,siempre controlado por un veloz Walker,contra el mundo. El City, entretanto, esperaba paciente la contra mortal que sellaría la eliminatoria. Ancelotti tardó en hacer lo que el partido pedía a gritos: desplazó al mediocampo a Camavinga, superado esta vez en el lateral, para ganar músculo en detrimento de un Modric desaparecido. Poco después tocó a rebato con la entrada de Asensio a 20 minutos del final.

Courtois frenó a Haaland

Con todo, Courtois completó su trilogía de milagros con otra parada antológica en un mano a mano ante Haaland; solo el guardameta belga evitó que la goleada entrara en los libros de historia. La sentencia definitiva llegó a balón parado cuando Militao se metió en propia puerta un balón colgado al área por De Bruyne. El preparador de Reggiolo intentó revolucionar los últimos minutos dando paso a Ceballos, Tchouaméni y Lucas Vázquez, pero no había tiempo ni fútbol. El Madrid apenas inquietó a Ederson con un tiro escorado de Benzema y, ya en el descuento, Julián Álvarez hizo el cuarto en la primera pelota que tocaba tras entrar al campo. Los blancos salieron a sufrir y se impuso la lógica del matadero.

El City será claro favorito en su segunda final de Champions League, hasta ahora el único título que se le resiste desde que Emiratos Árabes Unidos tomara las riendas del club. El mejor Guardiola post-Barça buscará su tercera Copa de Europa como entrenador, algo que pondría la guinda a su proyecto en Mánchester. El Real Madrid, por su parte, podría ver acelerada su transición generacional tras una cacareada derrota que dará que hablar. Los blancos han entregado su corona a un equipo superior tras una semifinal que confirma que, ahora sí, los petrodólares pueden torcer el brazo a la aristocracia futbolística continental. Era cuestión de tiempo.

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