Copa del Rey
El equipo bermellón jugará la cuarta final de Copa del Rey de su historia tras empatar (1-1) ante la Real Sociedad e imponerse en la tanda de penaltis (4-5) en el Reale Arena.
El Mallorca de Javier Aguirre jugará la final de la Copa del Rey el próximo 6 de abril en el Estadio de la Cartuja, queda por saber si ante el Athletic o el Atlético de Madrid. El equipo bermellón se cargó a la Real Sociedad en el Reale Arena tras llevar el partido hasta los penaltis, donde los baleares se mostraron infalibles (4-5). Será la cuarta final copera para un Mallorca que ganó la jugada en 2003 ante el Recreativo de Huelva y que perdió las disputadas ante el Atlético de Madrid (1991) y Barcelona (1998).
El gran héroe de la noche en el Reale Arena para el Mallorca fue su portero, el eslovaco Dominik Greif. El portero mallorquinista paró un penalti en la primera parte a Brais Méndez y otro a Mikel Oyarzabal en la tanda de penaltis. El partido estuvo muy disputado durante los 120 minutos y la Real Sociedad, pese a llevar el peso del juego, no logró plasmar su mayor posesión en ocasiones claras.
Giovanni González adelantó al Mallorca en el inicio de la segunda parte con un esplendido cabezazo tras un centro impecable de Jaume Costa. La Real se fue, expoleada por su público, a por el empate y lo encontró gracias a su capitán, Mikel Oyarzabal, quien definió con clase y precisión con un disparo cruzado. El equipo de Alguacil no encontró un segundo gol y el partido se fue a la prórroga.
Al comienza del tiempo extra, la Real Sociedad gozó de una doble ocasión clarísima para adelantarse en el marcador, primero con un remate de Mikel Merino despejado en línea de gol, y luego un rechace que disparó a bocajarro Kieran Tierney despejado por Samu Costa con la cabeza y también bajo palos, que tuvo que ser revisado por el VAR.
No llegaron más goles y la eliminatoria y el pase a la final de la Copa del Rey se decidió en los penaltis. Ahí el Mallorca acertó con sus cinco lanzamientos, mientras que Mikel Oyarzabal falló su lanzamiento, lo que metió al equipo de Javier Aguirre en la gran final de la Copa del Rey.
El entrenador del RCD Mallorca, Javier Aguirre, reconoció tras meterse en la final de la Copa del Rey que han "sufrido como perros" y afirmó que no tenían "presión ninguna", ya que no eran favoritos, y que ni siquiera ensayaron desde los once metros.
"Nosotros no teníamos presión ninguna. No sé si me creerán o no, pero no ensayamos penaltis; lo anotamos en nuestro programa día a día y por alguna razón, porque llovió, porque había viento, porque ya se fue el otro... por lo que sea, no tiramos penaltis. No estaba ese escenario contemplado. Cuando preguntas y todos quieren tirar, sabes que la cosa va bien. No se esconde nadie", declaró el entrenador mexicano.
"No tenemos por qué ser favoritos en una competencia en la que hay ocho o diez equipos que de antemano saben que pueden llegar, y no tú. Esa falta de presión nos fue ayudando a ir creciendo en la competencia y hoy llegamos con esa tranquilidad de saber que si te gana es normal. Nos sometieron en los últimos partidos, veníamos un poco a ver qué pasaba, pero sin metros de presión", explicó Aguirre.
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