Real Madrid 4-2 Athletic Club
En Twitter: @MarioCortegana
Si algo ha enseñado Truman, además de que se puede ganar el Goya a la mejor película con un desarrollo plano si los protagonistas son dos actorazos, es que, ante una situación crítica y dramática, uno puede elegir cómo será su funeral: los hay que se empeñan en sufrir y luchar hasta el final, mientras otros prefieren rendirse ante la evidencia que se le intuye a lo imposible. El Madrid, lo lleva en el ADN, es de los primeros. Por mucho que Barça -sobre todo- y Atleti -siempre sigiloso, siempre peligroso- opositen con firmeza al título, tiene pinta de que los blancos van a poner un precio alto a su cabeza.
Quien escribe esta crónica no se perdonaría continuar sin teclear el nombre de Ernesto Valverde. Qué entrenador. Él y su Athletic, todo un equipo de autor, reciben menos piropos de los que merecen, seguramente porque el perfil es menos mediático y pomposo que el de, pongamos por caso, Bielsa. Lo que hicieron los leones en el Bernabéu fue un ejercicio de personalidad, de estilo. Así salió una primera parte de rechupete, 45 minutos en los que el partido, por velocidad y tensión, parecía el último tramo de una final.
Empezó pegando el Madrid en el 3' con un gol de Cristiano de los que acostumbraba hace tiempo: 1-0. Al arañazo del Madrid respondió con un zarpazo el Athletic en el 10', cuando Eraso aprovechó una cesión suicida de Varane a Keylor: 1-1. Con defensas así, quién necesita delanteros a los que parar, debió de pensar el portero.
El partido continuó roto, igual que empezó. Keylor le sacó un portentoso cabezazo a Aduriz en el 19' e Iraizoz, que firmó una gran tarde pese a los cuatro goles, hizo lo propio ante Danilo en el 24'. En el 29' cambió el orden: asustó el Athletic con un tiro al larguero de Aduriz y contestó el Madrid mediante Cristiano con un chut que solventó Iraizoz. Nada pudo hacer el portero en el 37' ante James, el jugador que no sabe meter un gol si no es brillante: zurdazo desde fuera del área y 2-1. El Madrid se dejó adelantada la tarea para la segunda mitad y, en el 45', minuto comprendido en esa horquilla temporal en la que los goles duelen más al rival, Kroos, al que Cristiano habilitó en el punto de penalti, hizo el 3-1.
En la segunda parte, a la coca cola se le fue yendo el gas con el transcurrir de los minutos. El Madrid estaba muy cómodo y el Athletic, pese a no entregar la cuchara, iba concienciándose de que su sentencia estaba ya firmada. Cristiano, tras el rebote en la barrera de una de sus faltas, pudo hacer el cuarto, pero paró su disparo Iraizoz, que repitió intervención cuando Varane intentó meter el rechace que él mismo dejó. Cuando Keylor volvió a amargarle el partido a Aduriz en el 68' en un mano a mano, se anunció la victoria local en un partido que se volvió a agitar tras la chistosa segunda amarilla a Varane a cinco minutos del final. Cristiano hizo el 4-1 en el 87' y Elustondo el definitivo 4-2 en el 90'.
Los blancos superaron con nota la primera visita peligrosa desde que Zidane es entrenador. Con una nueva goleada, menos espectacular que las anteriores, pero igual de efectiva, el Madrid domó a un fiero Athletic.