Caso Rubiales
La presidenta de la Federación Inglesa acusa a Rubiales de besar y acariciar a más jugadoras, según revela la Comisión Disciplinaria de la FIFA.
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, "al parecer besó de manera forzosa" en la cara a una jugadora inglesa antes de besar en la boca a Jenni Hermoso sin su consentimiento tras la final de la Copa del Mundo, según la presidenta de la Asociación de Fútbol Inglesa Debbi Hewitt.
El informe de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, publicado este miércoles, asegura que Rubiales actuó con una "sensación de completa impunidad" en la ceremonia de entrega de medallas tras la victoria 1-0 de España ante Inglaterra en la final en Sídney, Australia, el pasado 20 de agosto.
En un escrito presentado ante la comisión, citan a Hewitt asegurando que vio cómo Rubiales "toqueteó y acarició" la cara de la jugadora inglesa Laura Coombs. Hewitt, quien junto a Rubiales, dijo que encontró el gesto "un poco extraño y luego besó de forma forzosa a la jugadora Lucy Bronze en la cara", según asegura dicho reporte.
Sobre el momento en el que las jugadoras españolas subieron a recoger sus medallas, Hewitt apuntó que las "agarraba muy fuerte", a algunas "les acariciaba la espalda", les "agarraba del brazo" y les "levantó del suelo". "Esto me hizo estar muy incómoda y avergonzada", añadió Hewitt.
Rubiales contestó a la FIFA acusando a Hewitt de "hipocresía" debido a que ella también abrazó a las jugadoras. El expresidente de la RFEF aseguró que el modo en que que Hewitt se refirió a él como "un pervertido" es "absolutamente desagradable".
"Aplicando la misma lógica, sus abrazos también podrían entenderse como un contacto físico no consentido. La hipocresía es evidente", dijo Rubiales durante la audiencia.
La comisión subraya que "estuvo tentada de imponer sanciones más severas" por su comportamiento tras la final del Mundial. La FIFA decidió inhabilitar a Rubiales durante tres años para ejercer cualquier actividad futbolística, a raíz de su comportamiento durante la final del pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
En lo referente al tocamiento de los genitales, Rubiales dijo que era un gesto dedicado a Jorge Vilda. Sin embargo, la FIFA argumenta que se trata de un gesto "del siglo pasado, con tendencia misógina" y que "España es un ejemplo de igualdad de género y que ese gesto no se puede consentir en una zona VIP con presencia de personalidades. Este gesto no se corresponde con la realidad de España. No convence las explicaciones dadas a un gesto sexista".
Y en cuanto al beso no consentido a Jenni Hermoso: "Es algo inaceptable. Besó a una jugadora del sexo contrario. Es el presidente y debe actuar y comportarse con un cierto nivel de responsabilidad. Rubiales no respetó el código de comportamiento. Uno es el presidente y la otra es la jugadora. La jerarquía y la superioridad quedó de manifiesto. Hay una presión en todo lo hecho. En el beso y después del beso".
"Su comportamiento es inaceptable y inexcusable y menos aún en el ecosistema actual y en el mejor momento del fútbol femenino", concluye el sumario sobre la actitud del presidente de una de las federaciones más importantes del planeta fútbol y que también era vicepresidente de la UEFA.
Y el texto abunda: "Utilizó la Asamblea de la Federación para defenderse y distorsionar la realidad para justificar el beso, algo que nunca puede hacer un presidente. Nunca reparó en el daño moral que podía ocasionar a las jugadoras con su manera de actuar".
Por tanto, la FIFA considera que la sanción es obligada: "El daño causado al mundo del fútbol, pero sobre todo a la moral de las futbolistas. Arruinó la experiencia de la Copa Mundial a muchos, empezando por la jugadora y sus compañeras de equipo que acababan de convertirse en campeonas del mundo por primera vez en su historia. Por lo tanto, el Comité estaba firmemente convencido de que el demandado, con su comportamiento, desprestigió el deporte del fútbol y/o a la FIFA a nivel mundial".