UNOS HECHOS DEMASIADO REPETIDOS
Siempre el mismo insulto: "vete a fregar". Cansadas del machismo que viven cada vez que arbitran un partido de fútbol. El ejemplo de Terrassa solo sigue una larga estela de improperios que se multiplican. Unas ofensas que tampoco entienden de edades.
Una árbitra de 17 años expulsó al entrenador de un equipo de Alicante durante un partido de benjamines. El resultado, más insultos y amenazas. Asustó también el caso de esta asistente, Sonia, que junto con su marido fueron amenazados.
Quien sí recibió un botellazo fue Guadalupe. Asistente de segunda división que, en el Tenerife-Huesca de la temporada pasada, fue agredida por un aficionado. Un ejemplo contra las ofensas que llegan desde la grada fue Marta Galego. En su debut en 2ª regional catalana, llegó incluso a parar el partido.