Champions League
El vestuario del Real Madrid celebró la clasificación a la final de la Champions League tras una obrar una nueva remontada.
El Real Madrid celebró por todo lo alto el pase a la final de la Champions League después de obrar otra remontada histórica en la Champions League, esta vez en semifinales contra el Manchester City. Tras el pitido final llegó la locura de la afición y de los jugadores.
El árbitro añadió 3 minutos a la prórroga. En ese tiempo, que el Real Madrid acabó jugando con un equipo jovencísimo, veteranos como Benzema ya estaban nerviosos en la banda deseando que terminara el partido. Cuando acabó, todos los jugadores saltaron al campo, se arrodillaron y alzaron los puños al cielo.
La celebración estuvo primero en el césped con la afición que llenó las gradas del Santiago Bernabéu. Después se trasladó al vestuario. Al entrar, la actitud de todos los jugadores era la misma gritos de '¡Vamos!', aplausos y choque de manos. Florentino Pérez bajó a felicitar uno por uno a los jugadores y protagonizó un abrazo con Ancelotti. Ya sin presencia institucional, vino la revolución.
Hubo baile brasileño entre Vinicius y Militao al que se unieron Mendy y un Camavinga desatado mientras el resto animaba. Después, como si de una discoteca se tratara, todos saltaron al ritmo de una de las canciones más populares de los últimos tiempos en los locales nocturnos. Modric abrazaba a Pitus, preparador físico, y gritaba a sus compañeros entre risas 'El método Pintus'.
La afición siguió con la fiesta
A la salida del Bernabéu, la afición blanca siguió con la fiesta e inundó los aledaños del Bernabéu al grito de 'Sí, sí, sí, nos vamos a París' o el clásico 'Cómo no te voy a querer'. Muchos esperaron a la salida de los coches de los jugadores, incluso los hubo que alargaron la fiesta hasta bien entrada la madrugada.