Fútbol femenino
El fútbol femenino secunda la huelga. Eso ha quedado demostrado cuando ninguno de los equipos de la primera Iberdrola se presentó a jugar su partido.
Las gradas de la ciudad deportiva del Espanyol, donde debía jugarse el choque entre el equipo local y el Granadilla Tenerife aparecían vacías. Allí sólo se presentaron las colegidas, que debían pitarlo a fin de levantar el acta de la no presentación de ambos equipos.
La postura de las jugadoras
Las chicas reclaman un convenio que regule entre otros aspectos sus salarios. Así lo ha explicado la capitana del Espanyol, Paloma Fernández: "Hubo una mediación del Ministerio de Trabajo, que nos daba la razón. Proponía los 16.000 euros con una parcialidad del 25%. Los clubs dicen que no lo pueden asumir. Ahí es donde está el problema", cuenta.
Además, de un salario más digno las jugadoras reclaman un seguro de maternidad, que les permita quedarse embarazadas sin que su equipo les pueda dar la baja por este motivo.