JORNADA 23 LALIGA | GIRONA 0-2 HUESCA
Un doblete del argentino Ezequiel Chimi Ávila subrayó la resurrección del Huesca, que contempla la salvación como una posibilidad real al tiempo que complicó el panorama de su adversario, el Girona, en caída libre y al borde de los puestos de descenso.
El equipo altoaragonés enlazó su segunda victoria seguida. Su tercer encuentro sin perder al vencer al Girona de Eusebio Sacristán, que acumula ya diez jornadas seguidas sin lograr sumar los tres puntos. Una pésima y preocupante racha que ha situado al conjunto del Estadi Municipal de Montilivi a un solo punto de la terna última de la clasificación.
Los futbolistas locales, conscientes de la necesidad de empezar a enterrar los viejos fantasmas que han ido alimentando en los últimos meses, dominaron el partido desde los primeros compases, aunque volvieron a tener muchos problemas para conectar con sus dos grandes referencias ofensivas, Cristhian Stuani y un Portu que disputó su encuentro número 100 con el cuadro de Montilivi.
El voluntarioso e incombustible delantero murciano, que no está consiguiendo rendir al nivel que el curso pasado, cuando incluso le valió para llamar la atención de la selección nacional, es quien mejor escenifica el presente del Girona, un equipo que sabe que no atraviesa su mejor momento, pero que no se rinde jamás.
Los rojiblancos inquietaron a Roberto Santamaría por mediación de Portu y de Pedro Porro, pero hace mucho tiempo que no les sonríe la fortuna. Y es que, a pesar de hacer méritos para ponerse por delante en el marcador, fue el Huesca el que consiguió romper la igualada.
En el minuto 34, el 'Chimy' Ávila heló los ánimos de Montilivi al batir a Bono con un tiro tan lejano como ajustado al palo izquierdo del arquero marroquí, que no deja su portería a cero desde el 11 de noviembre.
El Girona continuó intentándolo e incluso estuvo a punto de restablecer el equilibrio gracias a un Pedro Porro que forzó a Santamaría a firmar dos paradas espectaculares, pero, cinco minutos antes del descanso, Ávila aprovechó el enésimo despiste de la frágil defensa local para dejar el encuentro prácticamente sentenciado con su segunda diana de la noche.
En un infructuoso intento de revolucionar el encuentro, Eusebio alteró su plan inicial en el descanso al dibujar un 4-3-3 con la entrada de Àlex Granell y Seung Ho Paik en el lugar de Borja García y Valery Fernández.
Pero más allá de un tímido cabezazo de Cristhian Stuani y de un cabezazo de Juanpe que se estrelló en el travesaño del arco de Santamaría, el Girona no dio muestras de poder conseguir una remontada que se convirtió en una proeza inalcanzable en el minuto 68, cuando Adrián Cordero Vega expulsó a Bernardo Espinosa por doble amonestación.