EN SEVILLA
Santi sufrió el derramo justo el día después de que España ganara el Mundial de fútbol frente a la selección holandesa: "Fue bajarme a la fuente con mis amigos y al día siguiente ir al hospital".
Eso sí, el joven español en ningún momento pensó en dejarlo y siguió disfrutando de su deporte favorito no solo a través de la pantalla, sino también dentro del terreno de juego: "tengo unos límites", asegura.
Así, ha llegado a formar parte de la Selección de Fútbol de personas con parálisis cerebral. Su discapacidad, su capacidad diferente, no le impide jugar.
Santi tiene como compañero a Aketzka Requena, el jugador más joven de la Selección y que también tiene un hermano con discapacidad: "Los jugadores que hay en esta liga y en estas competiciones, son chavales y jugadores que nunca se rinden. Aunque corran menos o puedan chutar más flojo siempre van a poner su máximo empeño en hacerlo", aseguró.
Más de 300 participantes se han dado cita en Sevilla y en este Mundial todos ganan.