EL MUNDIAL DE RUSIA ESTUVO AMENAZADO
El terrorismo islámico siempre ha tenido como diana al fútbol, lo que le aseguraba repercusión internacional. En el 2015, dos explosiones en las cercanias sacuden Sant Denis durante un amistoso Francia-Alemania.
Una evacuación ejemplar evitó una tragedia mayor. Pero los terroristas dejan un reguero en las calles de Paris de 30 muertos.
Año 2016. Miembros de una peña del Real Madrid en Irak estaban disfrutando de una final de Champions contra el Atletico de Madrid. Cuatro hombres armados irrumpen en el local disparando sus armas. El saldo es de 12 personas muertas.
La ley del Islam, en algunas zonas, extremó sus medidas. Por ejemplo castigando con 80 latigazos a quienes llevaran camisetas de fútbol de la grandes marcas deportivas.
Aunque si duda el gran objetivo fue el Mundial de Rusia. El Isis, en su maquinaria de propaganda, atemorizó con un bombardeo virtual de algunos estadios. Para ello, utilizaba drones. La campaña más impactante fue en la que aparecían Messi y Cristiano decapitados sobre un campo. Neymar también estuvo señalado por los extremistas. Por fortuna todo quedó en nada.