HASTA LOS AUTOBUSES CELEBRABAN EL TÍTULO
Cuesta entender a los aficionados del Athletic, hablan el lenguaje de la felicidad. Porque entre toda la marea rojiblanca de exaltación aparecen los jugadores. Es el colofón a una noche histórica.
Y de la acción, reacción y repercusión. Gurpegui no se lo piensa y planta la Copa ante su afición. No es para menos, hacía que no la veían 31 años. En el entrenamiento de los ‘leones’, la afición les ha hecho un pasillo para recibirles. 1.500 personas han ido recibirles, porque la alegría se la quitan de las manos.
La gabarra se queda amarrada
Mientras, la ciudad de Bilbao, empieza a cambiar su fisonomía y hasta sus autobuses, que rezan ‘Aúpa Athletic’ en sus carteles. Porque todavía queda más celebración, primero con ofrenda del trofeo en la Basílica de Begoña, después recepción en el ayuntamiento y posteriormente en el Palacio de la Diputación.
Un recorrido que no se hará con la tradicional y polémica gabarra. Según el ayuntamiento, no había tiempo porque ésta ha sido sin duda una fiesta inesperada.