Lleida
Keita Baldé, futbolista del Mónaco nacido en Arbúcies (Girona), quería pagar el alojamiento a 200 temporeros que duermen en las calles de Lleida, pero se ha encontrado con un 'no' por respuesta. Hasta 13 alojamientos se han negado a darles acogida.
"Ellos están trabajando dignamente, no están robando nada a nadie", asegura Keita Baldé, jugador del AS Mónaco a Antena 3 Deportes.
"Luchando y trabajando duro junto a Nogay -activista antirracista- para encontrar el primer hogar. Estamos en un sistema desagradable y feo donde alquilar una vivienda o cualquier cosa te crea un problema por el color de piel o por ser de otros país. ¡No me voy a rendir y voy a conseguir lo prometido como sea! Os pido un poco de paciencia y fuerza", ha escrito el futbolista de Senegal en Instagram.
Nogay Ndiaye tampoco da crédito a la negativa con la que se han encontrado: "Ofrecemos pagar de antemano alojamiento y manutención de 200 personas durante cuatro meses y la mayoría de hoteles, hostales, inmobiliarias y particulares lo rechazan por la procedencia de las personas. Es un claro caso de racismo".
"No dirán directamente que no quieren alojar 50 negros en su hotel", ha dicho Nogay Ndiaye, quien no da crédito al 'no' de los hoteles. "Ofrecemos pagar de antemano alojamiento y manutención de 200 personas durante cuatro meses y la mayoría de hoteles, hostales, inmobiliarias y particulares lo rechazan por la procedencia de las personas. Es un claro caso de racismo", decía.
Así lo ha contado Ndiaye a Público: "Los hay que me han dado un no rotundo: otros se han negado con matices, casi siempre racistas, y otros que simplemente no han respondido pese a que les hicimos una respuesta muy concreta".
17.000 euros a Senegal
Sin embargo, el futbolista, que fue canterano del Barcelona, sigue intentándolo. Keita ya había donado 17.000 euros a Senegal para combatir la pandemia:"Hasta la fecha sólo hemos recibido la respuesta de un hotel que está en las afueras de la ciudad", se lamenta Nogay.
Sin embargo, al parecer ya tienen cerrado el alquiler de un edificio para 50 trabajadores y esperan firmar el contrato ya. Nogay cuenta cómo es la situación de los temporeros: "Viven en una situación totalmente indigna. No se puede dormir tres meses en una hamaca cuando trabajas más de 12 horas en el campo. La gran mayoría quiere pagar su piso, independientemente del convenio, pero no tienen esa oportunidad porque nadie se lo quiere alquilar. Les ponen excusas".