Fútbol
Independiente Rivadavia vencía 2-1 a Deportivo Maipú en el minuto 96 y los casi 22.000 aficionados locales llenaron las gradas de pirotecnia con el partido todavía en juego. Los visitantes a punto estuvieron de empatar en la última jugada y aguar la fiesta.
Corría el minuto 96 en el partido entre Independiente Rivadavia y Deportivo Maipú con victoria de los locales por 2-1. "¡Bueno, señores, no se puede creer lo que está ocurriendo!", contaba el narrador. No era para menos porque a falta de un minuto para el final, los 21.500 aficionados locales llenaron las gradas del estadio Bautista Gargantini de fuegos artificiales para celebrar que iban a ganar el clásico de Mendoza.
"¡Bienvenidos a la Primera Nacional del fútbol argentino!", exclamaba el narrador de TyC Sports. Se trata de la segunda categoría del país y en el duelo Independiente Rivadavia y Deportivo Maipú se dirimía el liderato del Grupo B el pasado sábado. Lae Lepra (apodo de Rivadavia) mandaba en el marcador gracias a los goles de Elordi y Álex Arce, pero el Botellero (apodo de Maipú) recortó distancias con el tanto de Marcelo Eggel en el 87.
"Señores, no se puede creer lo que está ocurriendo"
Con un final de partido vibrante, la sorpresa no pudo esperar ni siquiera al pitido final del árbitro: "¡Se iluminó el estadio, pero no terminó el partido!". Atacaba Rivadavia en el minuto 96, aunque el guardameta de Maipú se hizo con el esférico y lo mandó directo al área contraria buscando el empate. Al mismo tiempo que volaba el balón, el Bautista Gargantini ya parecía la Plaza del Ayuntamiento de Valencia en plenas fallas con la mascletá: "¡Esto es lo nunca visto!". El colegiado no detuvo el encuentro pese a que las nubes de los fuegos invadían el terreno de juego.
Maipú casi empata en la última jugada
Los ruidos y las luces de los fuegos artificiales decoraban el ambiente mientras los visitantes trataban de empatar en la última jugada. Las ganas de ponerse líderes y vencer en el derbi precipitaron la fiesta en Mendoza. Y Maipú a punto estuvo de apagar la celebración de la Lepra. Miguel Viguet gozó de la última ocasión del choque pero su disparo no puso en problemas a Gagliardo.
"Se iluminó el estadio, pero no terminó el partido"
"¡Extraordinaria fiesta aquí en Mendoza!" relataba el narrador, a lo que un comentarista añadía: "Me está cayendo de todo en la cabeza". Ahora sí, la felicidad era completa en el Bautista Gargantini. Independiente Rivadavia arrebató el primer puesto por un punto a Deportivo Maipú en el Grupo B de la Primera Nacional y se colocó en puestos de ascenso cuando resta una vuelta para el final de la liga.