Final de la Libertadores
Cientos de aficionados radicales del equipo brasileño realizaron una emboscada a los argentinos, que se encontraban cantando en plena playa de Copacabana.
Esta noche, a las 21 horas en el mítico estadio de Maracaná tendrá lugar uno de los partidos más mediáticos e importantes del planeta fútbol: la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense.
Un encuentro que será visto por millones de personas pero que, desgraciadamente, suele traer las dos caras de la moneda, y una de ellas es la violencia, muchas veces presente entre las aficiones de este tipo de equipos. Precisamente este viernes se produjo una fuerte emboscada de cientos de ultras del Fluminense, equipo brasileño que juega en 'casa' hacia un numeroso grupo de aficionados de Boca Juniors (Argentina) que se encontraba reunida en la famosa playa de Copacabana cantando y disfrutando. La Policía tuvo que intervenir para separarles y terminó deteniendo a varias personas.
La tensión entre ambas aficiones es tal que la CONMEBOL se reunió hace días para valorar la posibilidad de que la final se disputara a puerta cerrada. Hay que tener en cuenta que, junto a la final de la Copa América, la Libertadores es la competición más importante en el continente sudamericano. No obstante, la seguridad será máxima en Maracaná, donde se espera que el dispositivo policial y la organización estén a la altura del partido, al igual que se espera que no haya grandes enfrentamientos antes, durante y después de la final.
En Maracaná se espera a casi 80.000 aficionados pero hasta allí se desplazarán 100.000 fans solo del Boca, obviamente muchos han ido sin tener entradas.
El que por muchos es considerado el mejor equipo argentino de la historia, con permiso de River Plate, buscará esta noche a partir de las 21 horas conquistar el que sería su séptimo título de la Copa Libertadores (1977, 1978, 2000, 2001, 2003 y 2007). Boca ha llegado a 12 finales contando con la que disputará hoy y en la última (2018) cayó ante su gran rival (River) en la prórroga del segundo partido que se tuvo que disputar en el Santiago Bernabéu por el alto riesgo que conllevaba organizarlo en Sudamérica.
Fluminense, por su parte, busca su primer título de la Libertadores con la ayuda de Marcelo, el histórico lateral brasileño que recaló aquí tras una época de éxitos en el Real Madrid. El conjunto franjinegro perdió la única final que disputó en el año 2008.