Fútbol
Fueron inscritos al nacer como Ainhoa y María, pero hoy ya son Iker y Marcos: se están hormonando para ser hombres, pero no quieren renunciar a jugar entre mujeres en el Peñasco gallego.
“Cuando era más pequeño empezaba a sentir cosas que no sabía que eran”. Así empiezan Íker Vidal y Marcos Perfecto la historia de su nueva vida. Son portero y centrocampista, respectivamente del Peñasco femenino de la ciudad de Vigo. Ambos se encuentran en un momento trascendental de sus vidas ya que han comenzado la transición para acomodar su anatomía a su identidad sexual, así como los trámites burocráticos necesarios.
Primero llegó Íker al conjunto vigués y el verano pasado lo hizo Marcos sin aclarar aún su identidad: “Lo sabían muy pocas personas en el equipo. Concretamente solo Íker y la capitana. Decidí contarlo en un entrenamiento. Me costó mucho, pero me sentí muy arropado por todo el grupo” comenta el centrocampista.
Nunca han sufrido experiencias desagradables en lo deportivo: “Por lo general en el fútbol femenino está muy aceptado el colectivo. Hay mucha más diversidad” coinciden ambos. Pero ahora se encuentran apurando los últimos coletazos de su carrera deportiva en el equipo. Íker, al tener ya su nuevo DNI, se retirará al final de la temporada coincidiendo con su operación. Sin embargo, Marcos continuará en las filas del Peñasco un año más. Aun así ambos coinciden en que no quieren jugar en la categoría masculina, por eso desde el club le han ofrecido formar parte de los cuerpos técnicos del club con el fin de seguir vinculados al equipo que les ha acompañado en esta etapa tan importante de sus vidas.
Tanto Íker (nombre que eligió su padre, fanático del fútbol y del Real Madrid) como Marcos quieren que su ejemplo sirva para otras personas que se encuentran en su misma situación: “Queremos decirles que no están solos y que se animen a dar el paso porque seguro serán mucho más felices. Nosotros lo somos ahora” dicen emocionados los dos jugadores.