OCURRIÓ EN EL VESTUARIO BLANCO
Mesut Özil se ha atrevido a sacar su autobiografía, titulalda "La magia del juego". El diario alemán Bild se ha hecho eco de esta publicación y ha decidido sustraer algunos extractos, sobretodo destaca uno en especial durante la etapa del jugador alemán en el Real Madrid.
Como principales protagonistas tenemos a José Mourinho y al propio Özil en el vestuario del Santiago Bernabéu durante el partido frente al Deportivo de la Coruña. El entrenador portugués no se mostraba contento con la actuación del jugador del Arsenal y le pedía más intensidad a la hora de disputar los balones.
"¿Crees que dar dos pases buenos es suficiente? ¿Crees que eres tan bueno que con dar bien el 50% de pases es suficiente?", detalla el mediapunta. "Se me quedó mirando fijamente con sus ojos marrones, en ese momento le odiaba aunque en realidad le adoraba" relató.
"Quiero que juegues como tú sabes. Quiero que vayas como un hombre a por el balón" explica Özil."¿Sabes cómo se te ve en los balones divididos? ¿No? ¡Te lo enseñaré! Entonces se puso de puntillas con los brazos pegados al cuerpo, puso morritos y empezó a dar saltitos por el vestuario del Madrid".
El internacional alemán mostró su enfado ante la actitud del portugués lanzando su camiseta a los pies del extécnico madridista y diciéndole: "Si eres tan genial, ¡juega tú!. Ahí la tienes. Póntela, suerte".
Mourinho reaccionó ante tal acción dejándolo humillado ante todo el vestuario: "¿Te rinde ahoras? Eres un cobarde. ¿Qué quieres? ¿Darte una ducha caliente y lavarte el pelo? ¿Quieres estar solo? ¿O prefieres demostrar a tus compañeros, a los aficionados y a mí lo que puedes hacer? Eres un llorón, vete a la ducha. No te necesitamos", describe el jugador alemán.
El gesto de Sergio Ramos
Tras el descanso, Özil fue sustituido en consecuencia de su actitud tras la acalorada charla con Mourinho. Sergio Ramos tuvo el detalle de ponerse debajo de su camiseta, la de su compañero para poder dedicarle un gol y de lanzar un mensaje al técnico portugués.
Esa noche, el exmadridista se acercó a la casa del central para disculparse ante él y todo el equipo por la actitud mostrada.