LIGA ACB | ESTUDIANTES 75-92 REAL MADRID
La exhibición bajo aros de Walter Tavares destrozó las ilusiones de un desacertado Movistar Estudiantes, que se vio impotente ante el empuje del Real Madrid y frenó su buena racha el día en que Sergio Llull volvió a jugar un partido de Liga, ocho meses después de su grave lesión (75-92).
El pívot caboverdiano dominó bajo los tableros y completó otra gran actuación con trece puntos, trece rebotes -siete de ellos ofensivos-, tres tapones y 29 de valoración en los 21 minutos que estuvo sobre la pista.
La batalla se desató pronto, con los dos equipos lanzados a por el triunfo en un competido arranque en el que, aunque los colegiales gozaron de las primeras ventajas, con el paso de los minutos el mando del derbi madrileño correspondió a los jugadores de Pablo Laso.
Walter Tavares imponía su ley y Luka Doncic tomaba la batuta de un equipo que no acusaba el doble esfuerzo de esta semana ante el Panathinaikos y acabó dominando el primer cuarto sin sobresaltos (16-21).
La intensidad se mantuvo en la reanudación entre dos oponentes que buscaban imprimir velocidad a cada uno de sus ataques. Trey Thompkins aportó solidez bajo aros, con dos tapones consecutivos, y criterio en ataque en los minutos que estuvo en pista.
El Estudiantes luchaba por mantenerse al acecho a pesar de la mala tarde desde el perímetro (4 aciertos de 17 intentos al descanso). También acusaba su falta de rebote y la mala tarde de su líder, Sylven Landesberg, entre algodones tras una lesión y que solo pudo anotar una de las seis canastas en juego que intentó en los primeros veinte minutos.
Un nuevo arreón de Doncic, máximo anotador hasta ese momento con trece puntos, y dos canastas fáciles de Tavares pusieron la máxima ventaja a favor de su equipo al término de una primera mitad de clara superioridad blanca en el rebote (27-13) y en el marcador (31-44).
Dicha superioridad se hizo más patente en el tercer cuarto, con un Tavares imperial que no se cansaba de anotar, coger rebotes e intimidar a sus rivales, constituyendo una barrera insalvable para los colegiales.
Como los triples seguían sin entrar en el bando local, los hombres que dirige Salva Maldonado continuaron atacando de forma anárquica frente a un sólido Real Madrid que fue incrementando su brecha y que dejó el partido resuelto antes de los diez minutos finales (51-74).
Con todo decidido, el último cuarto tuvo poca historia. El líder de la Liga no acusó las rotaciones y mantuvo su dominio con ventajas superiores a la veintena de puntos para sellar un nuevo triunfo que ratifica su buen momento y le mantiene con cinco victorias de margen respecto al Barcelona Lassa y Kirolbet Baskonia.