Chelsea
La Premier League también ha dado su aprobación para la venta al consorcio de Boehly que cuenta con la inversión de Clearlake Capital Group. Se acaba la era de Abramovich al frente del club de Londres.
Punto y final a la era del magnate ruso Roman Abramovich como propietario del Chelsea. El club de Londres inicia ahora un nuevo capítulo de la mano del consorcio liderado por el multimillonario Todd Boehly que ya tiene experiencia en los negocios deportivos ya que es dueño del equipo de béisbol de Los Angeles Dodgers. Tanto la Premier League como el Gobierno británico han aprobado la venta.
El consorcio de Todd Boehly cuenta con la inversión de Clearlake Capital, el millonario estadounidense Mark Walter, copropietario de los Dodgers, y el magnate suizo Hansjörg Wyss. La venta está valorada en 4.250 millones de libras (4.970 millones de euros). "La pasada noche, el Gobierno del Reino Unido llegó a un acuerdo en el que poder expedir una licencia que permita la venta del Chelsea", ha anunciado el portavoz del Ejecutivo a través de un comunicado.
Por su parte, la Ministra de Deportes ha mostrado su satisfacción por la venta del club de fútbol inglés. "Estamos convencidos de que el producto de la venta no beneficiará a Roman Abramovich ni a otras personas sancionadas", ha explicado en su cuenta de Twitter donde ha hecho extensivo su agradecimiento a los funcionarios que han trabajado en el proceso.
Las sanciones de Roman Abramovich
El Gobierno británico sancionó a Roman Abramovich con la congelación de sus activos tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania que dio comienzo a la guerra en ese país. Desde que comenzó la guerra, el Chelsea operaba con una licencia especial que aseguraba que el club pudiese seguir funcionando y pagando a sus empleados que estaba activo hasta este próximo 31 de mayo.
El dinero de la venta irán a una cuenta congelada del Gobierno, hasta que se aclare la situación con Abramovich, aunque lo más probable es que se destinen a alguna organización benéfica. Cuando se complete el proceso, en el que se han interesados diferentes consorcios, el Chelsea podrá volver a funcionar con normalidad.