JORNADA 10 | GIRONA 2-1 REAL MADRID
Qué mal recuerdo va a tener el Real Madrid de su primera visita a Montilivi. No por el recibimiento, sino por una inesperada derrota ante el Girona con la que no muchos contaban. Los blancos, en una de sus peores versiones que se recuerdan con Zidane en el banquillo, han caído ante un superior equipo catalán que se rehizo del primer gol de Isco. Stuani y Portu, en posible fuera de juego, voltearon el marcador para felicidad de la afición gerundense. Y es que no todos los días se gana a todo un campeón de Europa.
No tenía intención el Girona de ser comparsa ante el Real Madrid. Tampoco tenía en su cabeza esa idea de defenderse contra el campeón de Europa. Ni tan siquiera estaban por la labor de creerse menos por el mero hecho de ser un mero ascendido. Ni mucho menos. Jugaban en casa, jugaban ante su gente, y ante ellos la premisa era clara: dejarse la piel y hacer que la hinchada disfrutase.
No en vano era la primera visita blanca a Montilivi. Y vaya si tenían claro que querían hacer de ella una fiesta. Los gerundenses salieron a por todas, sin especular y con el único pensamiento de ganar. De dar la campanada ante el Real Madrid y de hacer sufrir lo máximo posible a los blancos. Vaya si sufrieron los de Zidane. Dos tiros al poste en el primer acto fueron el bagaje de un cuadro rojiblanco que fue mejor que su rival... pero que se marchó perdiendo al descanso.
Porque el Real Madrid, con poco, te destroza. Y así fue. En una jugada que podía haber sido el 1-0 del Girona, el equipo de Zidane montó una contra letal que terminó con un disparo de Cristiano y un mal rechazo de Bono que recogió Isco. El de Benalmádena tan solo tuvo que empujar el cuero a las redes del Girona para dar ventaja a los madridistas en un ejemplo de la ley del mínimo esfuerzo.
Lejos de venirse abajo, el equipo de Machín hizo todo lo contrario. Siguió con su idea. Siguió haciendo lo que estaba haciendo y lo que quería hacer. Lo hicieron. Y en la segunda parte llegaron los resultados a su trabajo. Primero, con un gol de Stuani tras un regate que dejó a Nacho con la cintura rota. Y luego, con un tanto en posible fuera de juego de Portu, que definió de tacón para batir a Casilla.
Tocaba heroíca en el Real Madrid, ante la falta de ritmo, de fluidez y de juego. Zidane quitó los dos laterales para dar lugar a la creación. Fuera Achraf y Marcelo; dentro Lucas Vázquez y Asensio. Y los blancos pasaron a la ofensiva en Montilivi. Sin embargo, la velocidad fue excesiva y lejos de ser efectiva se tornó en imprecisión y ansiedad, y el peligro para Bono fue escaso. De hecho, el Girona pudo sentenciar el envite en un par de contras.
Ocho puntos separan ya al Real Madrid del Barcelona, líder invicto de la competición. Los blancos, en un partido malo en el que las ideas y la intensidad han brillado por su ausencia, el equipo de Zidane ha dado un paso o dos atrás en la lucha por la Liga. De poco sirve el posible fuera de juego de Portu en una justa victoria del Girona en la primera visita del doce veces campeón de Europa a Montilivi.