NO QUISO CELEBRAR SU GOL
El Real Madrid solventó un duro partido contra un Levante que le puso contra la espada y la pared. Estuvo a punto de tropezar, una vez más, el equipo blanco cuando el colegiado señaló penalti de Doukouré sobre Casemiro.
Ese penalti lo tiró Gareth Bale, que entró desde el banquillo. El galés marcó con sobriedad y tranquilidad, pero no quiso celebrar su tanto.
Secundario con Solari
Si contra el Atlético de Madrid dedicó un corte de mangas a la afición colchonera, contra el Levante directamente no quiso celebrarlo. Es más, cuando un compañero le quiso felicitar, le apartó de su camino.
Ese compañero fue Lucas Vázquez, que se quedó con las ganas de abrazar a un galés que parece tener la cabeza fuera del equipo blanco. Con un papel secundario bajo las órdenes de Solari, Bale explotó un partido más con un gesto que puede enturbiar el vestuario blanco.