Caso Rubiales
Sale a la luz la imagen del segundo beso de Luis Rubiales que investiga la FIFA. La FA acusa al expresidente de la RFEF de conducta inapropiada con las jugadoras inglesas.
Se ha revelado que la Comisión Disciplinaria de la FIFA que impuso una sanción de tres años al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol estuvo "tentada a imponer sanciones más severas" a Luis Rubiales por su comportamiento en la final del Mundial femenino disputada entre España e Inglaterra el pasado agosto.
El beso no consentido a Jenni Hermoso y su tocamiento de genitales trajeron consecuencias al ya expresidente de la RFEF. No obstante, hace una semana conocíamos que la federación inglesa (FA, por sus siglas en inglés) también acusaba a Rubiales de otra conducta inapropiada con las jugadoras de la selección inglesa. Y es que la situación de Luis Rubiales podría empeorar incluso más tras las conclusiones del informe elaborado por FIFA.
La presidenta de la federación inglesa, Debbie Hewitt, acusó al expresidente Rubiales de conducta "inapropiada" con las jugadoras inglesas en la ceremonia de entrega de trofeos del pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Hewitt habló como testigo en el caso disciplinar de la FIFA contra Rubiales por su actitud durante la final del Mundial entre España e Inglaterra en la que, además de hacer gestos obscenos durante el partido, besó sin consentimiento en la boca a Jenni Hermoso.
En el informe publicado por la FIFA, Hewitt, que estuvo al lado de Rubiales en la entrega de medallas, aseguró que el tono de voz del español fue "desagradable e innecesariamente agresivo" con los trabajadores de la FIFA, antes de acusarle de conducta impropia con las jugadoras de Inglaterra.
Según Hewitt, Rubiales "acarició" la cara de Laura Coombs y "aparentemente besó de forma forzada" a Lucy Bronze en la cara. El diario irlandés 'Hersport' muestra ahora una imagen del momento del beso de Rubiales a la jugadora inglesa que milita en el Barcelona.
En cuanto al momento en el que las jugadoras españolas subieron a recoger sus medallas, Hewitt apuntó que las "agarraba muy fuerte", a algunas "les acariciaba la espalda", les "agarraba del brazo" y les "levantó del suelo". "Esto me hizo estar muy incómoda y avergonzada", abundó Hewitt.
Rubiales contestó a las palabras de Hewitt asegurando que es algo "increíble" y le acusó de "tener prejuicios" contra él, además de asegurar que es una hipócrita porque ella también abrazó a las jugadoras de su equipo.
"Aplicando la misma lógica, sus abrazos también podrían entenderse como un contacto físico no consentido. La hipocresía es evidente", acusó Rubiales durante la audiencia.
En cuanto a su actitud hacia Coombs, la justificó diciendo que trató de consolarla porque había estado lesionada durante la final, había necesitado puntos en la cabeza y llevaba un vendaje en esa zona.
"Su comportamiento es inaceptable y inexcusable y menos aún en el ecosistema actual y en el mejor momento del fútbol femenino", concluía el sumario sobre la actitud del presidente de una de las federaciones más importantes del planeta fútbol y que también era vicepresidente de la UEFA.
Y el texto abundaba: "Utilizó la Asamblea de la Federación para defenderse y distorsionar la realidad para justificar el beso, algo que nunca puede hacer un presidente. Nunca reparó en el daño moral que podía ocasionar a las jugadoras con su manera de actuar".
Por tanto, la FIFA consideraba que la sanción es obligada: "El daño causado al mundo del fútbol, pero sobre todo a la moral de las futbolistas. Arruinó la experiencia de la Copa Mundial a muchos, empezando por la jugadora y sus compañeras de equipo que acababan de convertirse en campeonas del mundo por primera vez en su historia. Por lo tanto, el Comité estaba firmemente convencido de que el demandado, con su comportamiento, desprestigió el deporte del fútbol y/o a la FIFA a nivel mundial".