FESTEJOS A LO GRANDE
Era el final de fiesta de los Campeones de Europa. Cristiano estaba exultante desde que aterrizó en Lisboa portando la Copa, aunque tuvo que soltarla porque le costó bajar la escalerilla por su lesión en la rodilla.
Estuvo comedido también subido al autobús, pero siempre sonriente. Cristiano ataviado con la bandera de Portugal a la cintura y la de Madeira sobre los hombros fue el primero en acercarse a saludar al balcón.
Y tras ser felicitados por el presidente, fueron condecorados con la máxima distinción del país. Cristiano lo grababa todo con su móvil, hasta que se dio la vuelta para guardar dentro de la copa su bandera.