LAS LÁGRIMAS NO DEJARON DE SALIR DE SUS OJOS
Empezó la noche con lágrimas en los ojos. La final le iba a durar sólo 7 minutos, empezando por el momento de la lesión, donde una fuerte entrada de Payet, silenció a un país entero.
Los gestos de dolor alertaban a sus compañeros de selección. Una entrada que indignó a su familia, concretamente su madre, con un mensaje directo a Payet. Cristiano intentó volver hasta dos veces, lo celebraban sus paisanos, pero fue imposible. La final de Cristiano se había acabado.
Sufriendo a la vez que animaba a sus compañeros, haciendo de segundo entrenador, hasta que pitó el árbitro, momento de volver a llorar, de bromear. No podía esconder su alegría, por un momento único. En lo malo, pero sobre todo en lo bueno.