PODRÍA DESCENDER A SEGUNDA B
El consejo de administración del Elche dispone de diez días para saldar su deuda con jugadores y ex jugadores de su plantilla y evitar un nuevo descenso administrativo, en esta ocasión a Segunda División B.
Sin tiempo para recuperarse del impacto anímico del descenso a Segunda, confirmado este martes tras el levantamiento de la suspensión cautelar de este descenso por parte de la Audiencia Nacional, los dirigentes del Elche deben hacer frente estos días a una deuda próxima a los siete millones de euros.
El club estaba convencido de que podría hacer frente a la deuda denunciada ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) con los ingresos de Primera, pero en el nuevo escenario ya no lo tiene tan seguro.
El descenso administrativo deja sin ayuda económica por pérdida de categoría al Elche, reduce los ingresos de televisión y supone un enorme impacto para la campaña de venta de abonos, que no termina de arrancar y que sólo ha registrado algo más de 1.200 ventas cuando la pasada campaña, a estas alturas, sumaba más de 15.000.
Además, la opción de vender jugadores importantes para recaudar dinero se desvanece, ya que hasta seis futbolistas importantes de su plantilla, Fayçal Fajr, Adrián González, David Lombán, Víctor Rodríguez, Pedro Mosquera y Cristian Herrera, quedan libres si un club de superior categoría logra igualar sus contratos.
La entidad ilicitana ha recibido denuncias de todos sus jugadores de la presente temporada, a los que adeuda cuatro mensualidades, así como las primas de permanencia de las dos últimas temporadas, por lo que también adeuda dinero a futbolistas que ya no están en la entidad.