EL ‘TIBURÓN’ DE VALLECAS, PROTAGONISTA DENTRO Y FUERA DEL CAMPO
Con el banderín ya en sus manos, había que mantener la calma y para tranquilizar desde prontito, Negredo inauguró el marcador a los cuatro minutos. Volea reivindicativa y muy celebrada.
Y tan buena que fue la actuación del tiburón de Vallecas que sufrió con sangre sudor y lágrimas, literalmente. La brecha se abrió en su cara y en el Valencia que vio como al poco el Mónaco empataba con un gol de Raggi previa falta sobre Gayá que el árbitro pasó por alto.
Negredo, de los nervios con Rizzoli
Los nervios empezaban a crisparse y de camino al vestuario Álvaro le recordó al colegiado que había que estar más atento. Salieron con ganas, pero eso no sirve si Rizzoli se traga el fuera de juego de Elderson que puso el miedo en el cuerpo de los valencianistas.
Con seis minutos de añadido el banquillo estaban al borde del colapso, a falta de Nuno ya se encargaban los sustituidos de dirigir. Y claro al final llegó la llamadita de atención. Con el pitido final comenzaba el nuevo camino ché. Quien toque en ese camino no importa, el Valencia vuelve a donde se merece.