Brasil
El Chapecoense se cruzó con la desgracia y la mala suerte en su mejor momento, cuando iba a disputar la final de la Copa sudamericana. Corría el 28 de noviembre de 2016, cuando toda su plantilla perdió la vida en un trágico accidente aéreo.
El avión en el que viajaba la expedición del Chapecoense se estrelló a pocos kilómetros de su destino, el aeropuerto de Medellín, en Colombia.
Murieron 71 personas. Solo sobrevivieron tres jugadores y dos tripulantes. A uno de ellos, los servicios de rescate, le encontraron intentando salir del fuselaje. La causa del accidente, el avión se quedó sin combustible.
Tres jugadores sobrevivieron para contarlo. El accidente sumió en el luto a Brasil y a este equipo modesto, que tan solo ocho meses después del siniestro tuvo que volver a Medellín para disputar la Recopa. Los tres supervivientes se acercaron al lugar del siniestro para honrar a sus compañeros fallecidos.
La tragedia pesó demasiado en el Chapecoense y perdió la categoría dos años después del accidente. Pero poco a poco, se han reconstruido y han vuelto a la primera división del futbol brasileño, un hito logrado el pasado 13 de enero.
Eso si, cada victoria, cada gol, lo celebran así. Mirando al cielo y dedicándoselo a los jugadores fallecidos en aquel trágico día.