LA LIGA JORNADA 35 | REAL SOCIEDAD 3-1 ATHLETIC

La Real Sociedad se lleva el derbi vasco ante un Athletic que no levanta cabeza

La Real Sociedad se hizo con la victoria en el derbi vasco ante un Athletic que encajó dos goles en propia puerta, los dos de Mikel San José. Oyarzabal marcó el otro tanto para los donostiarras y Raúl García sumó otra diana de penalti para el Athletic.

La Real Sociedad recuperó la fortaleza mostrada desde la llegada de Imanol Alguacil al banquillo y olvidó su traspiés en casa del colista Málaga para doblegar en un gran derbi a un Athletic que tuvo el infortunio de encajar dos goles en propia puerta, ambos de Mikel San José.

El partido, enrarecido por la animadversión que mostró el público de Anoeta a Iñigo Martínez por su apresurada salida en el mercado de invierno al club rojiblanco, empezó dominado por el Athletic, con más sensación que realidad de peligro en sus incursiones para buscar la portería de Moyá, la apuesta bajo palos de Imanol Alguacil.

No lo tenía muy claro la hinchada blanquiazul hasta que llegó el gran favor de San José, en un saque de esquina ejecutado por Canales que el mediocentro vizcaíno introdujo en la portería de Kepa en un intento por sacar el balón del área.

El escenario soñado por los realistas se abría ante sus ojos, el Athletic gestionaba mal el contratiempo del gol en propia puerta y los guipuzcoanos comenzaban a llegar como las hordas bárbaras durante el primer tiempo.

La opción para el segundo tanto local llegaría en el minuto 25 cuando el belga Januzaj combinó con Zurutuza, que remató con toda la intención rozando el palo derecho de Kepa con éste vencido y la afición local levantándose de sus gradas para festejar lo que pudo haber sido y no fue.

Como tampoco entró la de Aritz Elustondo en el minuto 33, en otra acción a balón parado blanquiazul, que no alcanzó el fondo de la red porque Kepa hizo la parada del partido en un gran vuelo para evitar lo que parecía hecho.

El gran guardameta del Athletic no podría hacer nada, sin embargo, en el segundo gol, gestado por las botas de un jugador que va para genio como Januzaj, con una asistencia para Mikel Oyarzabal, para que el joven talento eibarrés marcara su primer gol en los derbis y undécimo de la temporada.

El Athletic, como un boxeador a punto de tirar la toalla, esperaba el descanso para rearmarse y soñar con remontar los dos goles que se llevó a vestuarios, que pudieron ser uno más si entra el doble remate de Navas, al poste, y Llorente en la misma jugada.

Los donostiarras comenzaron la segunda mitad con la misma mordiente y también idéntico era el comportamiento rojiblanco en las jugadas a balón parado, de forma que los de Cuco Ziganda estuvieron cerca de encajar el tercero en un remate de cabeza de Llorente, otra vez libre de marca.

No extrañó a nadie, con este nivel defensivo del Athletic, que en la siguiente opción de estrategia los txuriurdin se frotaran las manos que luego utilizaron para aplaudir a rabiar cuando un centro de Canales, en una falta, dejó un balón paseándose por el área visitante que entró en la portería de Kepa con ayuda de un desdichado San José.

El equipo bilbaíno se metería en el partido a media hora para el final por una absurda jugada de Llorente que levantó el brazo en toda su extensión en el área local y el balón le pegó en la mano. Raúl García ejecutó con precisión quirúrgica la pena máxima y batió por bajo a Moyá.

Empezó un nuevo partido, el Athletic comenzó a creérselo a medida que se arrugaba la Real, ahora timorata y fallona, Willians estuvo cerca de hacer el segundo en un remate al palo que no entró por poco y San José, ahora en la otra portería, no marcó porque Moyá hizo su intervención de la jornada.

Al final la tarjeta roja a Rubén Pardo y un amago de 'tangana' en los instantes finales, convirtió los últimos minutos en un hervidero que casi aprovechó el Athletic para recortar en un remate acrobático de Raúl García con excelente respuesta de Moyá.

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