JORNADA 11 LALIGA | HUESCA 1-1 GETAFE
Un gol de Jorge Molina en el minuto 91 rescató un punto para un Getafe que solo remató una vez entre los tres palos en todo el encuentro y que se llevó demasiado premio para los pocos méritos que realizó en El Alcoraz. Cuando ya acariciaba el conjunto azulgrana su primera victoria en su estadio, una jugada individual de calidad del delantero del conjunto madrileño en el tiempo añadido le permitió salir vivo ante el Huesca.
En la primera mitad el juego estuvo trabado, a la medida de un Getafe más acostumbrado a este tipo de fútbol, y se mostró enjaulado en el centro del campo sin apenas presencia en las áreas, pero la película de juego de salón de los primeros 45 minutos se convirtió en una de acción a la vuelta de vestuarios con un Huesca más decidido y ofensivo y que tuvo premio a su apuesta con el gol y varias opciones más para haber sentenciado el encuentro.
El Huesca repitió sistema con tres centrales, como en el encuentro anterior ante el Sevilla, lo que le dotó de gran seguridad atrás pero, a su vez, las escasas incorporaciones de los laterales al ataque cuando su equipo tenía el balón le impedían tener superioridad en el medio campo y generar ocasiones de gol.
La primera mitad se caracterizó por un exceso de centrocampismo en ambos bandos y mucho miedo a encajar. Esto llevó a que nadie, especialmente los visitantes, arriesgaran lo más mínimo, por lo que en los primeros minutos parecía más un partido de tenis de mesa con el balón pasando de un lado a otro sin que nadie fuera capaz de dar unos pocos pases seguidos.
No hubo llegadas a las áreas por la nula capacidad de unos y otros para encontrar vías de penetración o pases que dejasen en ventaja a los puntas, pero la situación cambió a partir del minuto 20, momento a partir del cual los propietarios del terreno comenzaron a explotar la bandas y a llegar con centros que, si bien no eran precisos sí que empezaron a poner en algún apuro a la zaga madrileña.
Así logró el Huesca forzar un par de córners y también sendos remates, del "Cucho" Hernández y de Ferreiro, pero los dos a las manos del meta David Soria. Sin embargo, la grieta encontrada por el conjunto altoaragonés en la zaga getafense no duró mucho abierta porque los visitantes, con un juego de ayudas, impidieron que se volviera a abrir la herida y el fútbol volvió a ser tedioso, aburrido y sin mayor opción de marcar que un cabezazo del central local Rubén Semedo ligeramente desviado cuando se acercaba al final de los primeros 45 minutos.
En este periodo el Getafe no remató ni una sola vez entre los tres palos y pareció conformarse con mantener la portería a cero y esperar una oportunidad que no llegó porque el cancerbero Aleksandar Jovanovic fue prácticamente un espectador más.
El estancamiento de la primera mitad desapareció como por ensalmo al regreso de vestuarios y en un abrir y cerrar de ojos el equipo de Francisco Rodríguez pareció otro. Una falta innecesaria en medio campo del conjunto de Pepe Bordalás dio origen a un remate de cabeza del central Xabi Etxeita que el meta foráneo envió a saque de esquina con muchos apuros y, a su vez, este condujo al 1-0 en el minuto 50, obra de del jugador vasco de cabeza casi a ras de suelo.
Pero el resurgimiento local no acabó ahí. Tras una caída de Carlos Akapo en el área que revisó el VAR pero que no entendió motivo de sanción, de nuevo los azulgranas dispusieron de sendas oportunidades casi seguidas, en los minutos 51 y 53 por medio del "Cucho" y nuevamente de un Etxeita, ambas a balón parado en las que el meta visitante salvó a su equipo de encajar el segundo con sendas acciones espectaculares.
Con el resultado en contra el Getafe se estiró más que en el primer periodo pero el resultado fue el mismo, infructuoso porque apenas creó peligro ante un Huesca sólido que no dio opciones a su rival hasta que en una acción de calidad de Molina por el centro de la zaga, éste remató a las mallas evitando así la derrota de los suyos.