JORNADA 5 | CELTA 3-3 VALLADOLID
Un gol del argentino Leo Suárez en el último minuto del partido permitió al Real Valladolid arrancar un valioso punto en Balaídos (3-3), ante un RC Celta que desperdició una clara ventaja. El Celta abrió de forma brillante el partido, pero con el paso de los minutos, el dominio y acoso fue del equipo de Sergio González, que consiguió en la quinta jornada su primer gol en la Liga.
El Celta destapó el partido como un ciclón: dos goles en ocho minutos. Con un ritmo arrollador, vertical tras la recuperación, dinámico en el manejo de la pelota, el equipo se abalanzó sobre la portería de Masip. Sesteaba el Valladolid y, de repente, se encontró con la pegada de la pareja de goleadores celetes, Aspas y Maxi Gómez.
El equipo del argentino Antonio Mohamed, que revolucionó su equipo titular con cinco novedades -Costas, Juncá, Okay, Brais Méndez, Boufal, encontró el comienzo perfecto. El primer ataque concluyó con un gol de Iago Aspas, tras un pase de Maxi Gómez cerca del área pequeña, en una jugada que se inició con un gran centro de Juncá desde la banda izquierda.
El segundo ataque finalizó con gol de Maxi Gómez después de controlar con calidad un centro de Aspas, un remate que revisó el VAR. El Celta buscó la portería del Valladolid sin pausa. Siempre desde la recuperación y la salida veloz de su ataque. El acoso continuó con un cabezazo de Iago Aspas y un tiro de Boufal.
Fueron veinte minutos modélicos. Pero a partir de ahí el Celta replegó su presión y su juego, en un guión semejante al de su debut esta temporada en Balaídos ante el Espanyol. El Valladolid se estiró, guiado por Borja Fernández, pese a sus problemas para crear ocasiones con peligro.
Sin embargo, su pequeño dominio tuvo premio. El primer aviso fue un tiro al poste de Alcaraz, que aprovechó un error defensivo de Juncá y Costas; la segunda llegada tuvo mejor desenlace: Óscar Plano abre la pelota hacia la banda izquierda, Nacho centra y Óscar Plano cabecea a gol.
El Celta, que no volvió a recuperar la lucidez del inicio del partido, se sujetó a Iago Aspas para alejar las dudas. Marcó un nuevo tanto poco después de comenzar la segunda parte. Boufal arrancó desde la banda izquierda y Iago Aspas selló la jugada con un lanzamiento duro, seco desde fuera del área.
El Valladolid no se descolocó, pese a los dos goles de desventaja. Mantuvo la idea del primer tiempo. Primero se apoderó de la pelota, después fue poco a poco encerrando al Celta. Y se refugió en su banda izquierda para dañar a los celestes. Alcaraz inquietó a Sergio con un tiro peligroso, en un saque de falta bien preparado; minutos después Ünal silenció Balaídos con un gol, un centro de Nacho al que el delantero turco se anticipó a Okay y Araujo.
No se detuvo el equipo de Sergio González. Continuó a la búsqueda del empate. Y lo rozó con grandes oportunidades: el croata Cop, una de las novedades del equipo titular, falló un mano a mano ante Sergio y, a ocho minutos del final, Míchel lanzó un cañonazo al travesaño de la portería gallega.
Quedó rendido el Celta, desorientado, con poco fútbol, únicamente sobreviviendo a los ataques vallisoletanos con contragolpes, jugadas aisladas pero con veneno, aunque sin acierto final para Brais Méndez o Iago Aspas. El Valladolid, superior durante la segunda parte, mantuvo su fe en el empate.
Sergio González metió Leo Suárez en el campo en el minuto 92; un minuto después el argentino, tras una gran jugada de Nacho y Óscar Plano por la banda izquierda, certificaba el empate con un remate desde el área pequeña, solo, libre de marca.