LIGA JORNADA 15 | BETIS 0-1 ATLÉTICO DE MADRID
Y a falta de Griezmann, y de fútbol, apareció Saúl. Apareció la eficacia y la efectividad en uno de los partidos más espesos del Atlético esta temporada. Ante el Betis, un Betis superior y con más hambre de victoria, los rojiblancos se enmendaron al cerrojazo y a aprovechar su ocasión. Una tuvieron, y una marcaron para lograr tres puntos que les hacen seguir en la pelea por la Liga y afianzarse en puestos Champions.
El Atlético sabía qué tenía que hacer. Sabía que tenía que ser paciente. Que aguantar. Que esperar su oportunidad ante un conjunto con la moral baja, con un público que necesitaba poco para silbar a sus futbolistas y a un equipo que cada vez mira más hacia abajo y menos hacia arriba. Sin embargo, al menos en el comienzo, el Betis lo hizo todo bien.
Todo, menos una cosa eso sí. Los verdiblancos se hartaron a correr, a presionar, a evitar cualquier salida de balón fácil por medio de un Atleti que no trenzaba ni dos pases y en el que Correa estaba completamente desaparecido. En ataque, el equipo de Setién estaba rápido y con la idea clara de buscar un gol que pudo llegar pero que no llegó. Justo eso es lo que no hicieron bien.
Porque lo tuvieron. Lo tuvieron cerca sobre todo en una jugada en la que el balón se paseó por el área pequeña sin encontrar ni despeje ni remate. Eso les faltó, y cuando tienes graves problemas defensivos no marcar es un problema. A la primera, el Atlético sí marcó. Vrsaljko, titular, puso un centro medido donde más duele. Con Gameiro en el suelo, víctima de un posible penalti, Barragán estuvo lento y Saúl se adelantó para poner el cuero en la red.
No hizo falta más. Pudo ampliar la ventaja el Atleti, pero Correa no levantó la cabeza en una jugada con tres atacantes rojiblancos por solo dos del Betis. Pero lo dicho, fue suficiente con el 0-1. Suficiente para aplacar el ánimo de un Betis que bajó el ritmo bien por cansancio o bien por no saber qué es lo que había pasado. Y suficiente para que la grada del Villamarín, exigente como pocas, comenzase con la música de viento cuando los suyos pusieron rumbo a vestuarios.
Complicado lo tenía el Betis, más aún sabiendo que si hay en alguna fase del partido en la que los de Simeone se sienten cómodos es en la defensiva. Con el marcador, y el crono, en contra, los verdiblancos salieron con ganas renovadas y con la idea de que el plan del Cholo no saliera como el argentino lo había planeado. Estuvo cerca, pero el comodín Oblak apareció en un trallazo de Tello desde la frontal que de no ser por el esloveno habría sido gol.
Viendo el panorama, y ante la incapacidad de trenzar fútbol ofensivo, Simeone prefirió lo que suele preferir habitualmente: aguantar el 0-1 en vez de ir a por el 0-2 ante un rival que ha de ir hacia arriba. Salió Giménez, por un hoy invisible Correa, y los espacios se redujeron aún más para el Betis. Los béticos apenas podían encontrar fisuras en la nutrida y ordenada zaga atlética, y el Atlético no hallaba contragolpe alguno.
Todo estaba dispuesto para el 0-1, y 0-1 fue el resultado final. Sin brillo alguno, el Atlético se ha hecho con tres puntos ante un rival complicado, en un feudo igual de complicado y sin contar con Antoine Griezmann por lesión. Mucho se echó en falta al 7 ante el Betis.