Champions League
El Madrid se sobrepuso a un 2-0, un 3-1 y un 4-2 en Mánchester. Los de Ancelotti traen de cabeza al 'Big Data' y a los clubes-Estado europeos desde aquel sorteo fallido en que les tocó el Benfica.
Guardiola acababa de ganar al Madrid 4-3 en el Etihad, pero no escondió su mosqueo ante los medios españoles: su rival había salido vivo. Había estado muerto tres veces y había resucitado otras tantas. El equipo de Ancelotti no se deshace nunca: ha perdido tres de sus cinco partidos en la fase eliminatoria y, aun así, está a dos goles de la final de la Champions en París.
La ida de semifinales ante el Manchester City no pudo empezar peor para los blancos, que encajaron dos goles en los primeros 11 minutos. Cualquier otro equipo se habría llevado un saco -el City vs. Atleti de cuartos se antoja otro deporte-, pero este Real Madrid es capaz de adaptarse al Apocalipsis. Pase lo que pase en la vuelta, es el indiscutible rey de Europa.
Fiel a su vibrante temporada en Champions, al Madrid le volvió a funcionar el cuanto peor, mejor: se asomó hasta en tres ocasiones al abismo, jugó a la ruleta rusa y salió de nuevo airoso. Se sobrepuso a un 2-0, a un 3-1 y a un 4-2: Mahrez perdonó tres ocasiones clarísimas que sentenciaban la eliminatoria.
La jugada por encima del juego
Fue un partidazo en la faceta ofensiva del City, que pudo golear al Madrid... Sin embargo, su falta de efectividad se vio compensada precisamente por la efectividad merengue: si los de Carletto quieren pasar, tienen que buscar la jugada y no el juego. Así sucedió anoche, merced a dos genialidades de Benzema y otra de Vinícius.
Kroos, muy solo por delante de la defensa, se vio sobrepasado al tener que abarcar demasiado campo; asimismo, la falta de contundencia atrás de Mendy, Militao o Alaba fue exasperante y pudo costar la eliminatoria. Para la vuelta es muy probable que el entrenador italiano cambie la pizarra: espera que regrese Casemiro para apuntalar el centro del campo. También jugará el miedo escénico en el Santiago Bernabéu.
Hay quien piensa que el Madrid puede ganar esta Champions a pesar de Ancelotti y no gracias a él, pero lo cierto es que nadie creía que este equipo llegaría tan lejos cuando arrancó la temporada. Tal vez el italiano haya ganado todas las grandes ligas europeas -el sábado puede apuntalar la española ante el Espanyol- de casualidad.
En Twitter hay muchos entrenadores, pero solo Ancelotti ha llegado semifinales de Liga de Campeones en cuatro décadas diferentes. Será la suerte, que es tozuda. Tal vez tenga que disculparse por ganar dos títulos esta temporada y estar peleando por meterse en la final de la máxima competición de clubes.
Quizá simplemente el City fue muy superior. Kroos estuvo muy solo y tal vez hacía falta otro pivote que le acompañase; probablemente con Camavinga el equipo se habría sostenido mejor... Si Ancelotti supiera que un planteamiento garantiza siempre la victoria, ¿no lo habría usado en Mánchester?
En la vuelta, los de Guardiola jugarán como en la ida: si hay un heredero del cruyffismo, es su City. Dormirán la pelota, pero se espera que el Madrid se defienda mejor. Sobre el papel, los ingleses son favoritos: el resultado les favorece y Pep es el técnico más exitoso ante el Madrid.
El imponderable
Sin embargo, fue una derrota que supo a victoria. Existe un imponderable por el que los 'citizens' se marchaban cabizbajos y los merengues con una media sonrisa del Etihad: unos pudieron golear y otros salir goleados; unos jugaron en casa y otros lo harán la semana que viene en Chamartín; unos no han ganado nunca la Champions y otros acumulan 13; unos buscan control y otros se manejan mejor en el filo de la navaja.
¿Será capaz el Madrid de volver a reinar en el caos? Hasta la suerte tiene un límite, pero... Pero el equipo viene de estar en el alambre ante PSG, Chelsea y ahora ante City; equipos que, según el manoseado 'Big Data', le sobrepasaron futbolísticamente. ¿De qué valen los macrodatos ante un penalti a lo Panenka, o contra una camiseta blanca en Europa?
Y es que desde aquel sorteo que les deparó al Benfica como rival y que se tuvo que repetir, los blancos parecen empeñados en que ningún club-Estado ocupe su silla.