EUROPA LEAGUE OCTAVOS DE FINAL | CELTA 2-1 KRASNODAR
Un gol en el minuto 90 del delantero francés Claudio Beauvue dio la victoria (2-1) al Celta de Vigo este jueves ante el FC Krasnodar en la ida de octavos de final de la Europa League, salvando una pequeña renta para los locales, que aprovecharon 'in extremis' el factor Balaídos tras dejarse ir en la segunda mitad.
Beauvue saltó al césped en el minuto 78 para convertirse en héroe del triunfo local, al rematar de cabeza a la red un balón perfecto de Hugo Mallo desde la banda derecha.
Fue el último coletazo, el último cartucho de un Celta que hizo justicia por medio de Wass en el minuto 50 poniendo el 1-0.
Tras una primera mitad de absoluto dominio y ocasiones gallegas, el danés abrió la lata, pero el Celta desapareció. Los de Eduardo Berizzo se descolocaron y permitieron las primeras llegadas de un Krasnodar que empató el choque e incluso tuvo la remontada. Al final, los cambios y el empuje de Balaídos dieron la renta que se escapó en la ronda anterior ante Shakthar Donetsk.
Hasta el minuto 90, el Celta de nuevo había desaprovechado el factor cancha como ante los ucranianos. Beauvue, que reapareció en Liga hace dos semanas tras una lesión de casi un año en el tendón de Aquiles, permitió a los de Berizzo viajar a la lejana Krasnodar la próxima semana con ventaja.
El Celta fue dueño y señor de la primera mitad, pero se dejó lo más importante al no ser capaz de ver puerta. En medio del dominio, acoso por momentos sin llegadas del rival, al cuadro de Berizzo le faltó puntería ante un Krasnodar ofreciendo su versión más defensiva para sobrevivir al descanso.
Pione Sisto, puñal en la banda izquierda, y Iago Aspas, con mucha movilidad en ataque, inclinaron el campo hacia el área rival, donde el conjunto ruso se esmeró en achicar agua. Hubo 10 minutos de tregua y tanteo hasta que el Celta inició hostilidades. Las dos primeras ocasiones fueron de cabeza, para Cabral y Guidetti.
Con disparos desde la frontal también la tuvieron el sueco, Sisto, Aspas y Wass. El Celta dejó clara su intención de aprovechar esta vez el factor campo, minimizó a un Krasnodar que echó de menos bajas importantes como Kaboré, Kaleshin y Smolov, pero se fue a vestuarios sin plasmar en el marcador la superioridad.
Wass corrigió la falta de puntería celtiña en cinco minutos pero el gol no surtió ni mucho menos el efecto deseado. El internacional danés envenenó como hiciera en la primera parte, esta vez encontrando puerta, un disparo lejano de falta. Sin embargo, el gol descolocó y relajó a los locales, que permitieron las llegadas rusas.
El cuadro de Igor Shalimov combinó y asomó a la meta rival por primera vez y Claesson, regateando a Cabral y batiendo bajo las piernas a Sergio, se inventó el empate. Sacó de la nada el gol el conjunto visitante y además sacó del partido durante 15 minutos a un Celta enfriado de golpe como el resto de Balaídos. Ramírez tuvo incluso el gol de la remontada.
Berizzo movió ficha dando entrada a Jozabed y Beauvue, y el empuje de la grada despertó de la zozobra a un Celta que volvió a mandar en el tramo final. El botín del Krasnodar aumentó la seriedad defensiva en el conjunto ruso, pero en el último minuto, Mallo encontró suspendido en el aire a Beauvue.