LALIGA JORNADA 34 | CELTA 1-1 VALENCIA
La espectacular actuación del portero Sergio Álvarez evitó la victoria del Valencia frente al Celta de Vigo (1-1), en un partido en el que los locales tuvieron más el balón pero su rival disfrutó de las mejores ocasiones, sobre todo en la recta final, cuando Unzué ya se lo había jugado con una línea de tres defensas.
Arrancó mejor el Celta, liderado por la calidad del joven Brais Méndez y el pulmón de Lobotka y Wass, incansable en la recuperación y amenazante con sus llegadas. En una de ellas pidió penalti por agarrón del lateral Toni Lato (min.15), aunque Undiano Mallenco no lo señaló.
Sin la profundidad que siempre le da Jonny en el costado izquierdo y la creatividad del lesionado Iago Aspas, el Celta apostó por desarmar al Valencia desde el toque. Jugó con paciencia para no precipitarse y permitir al rival armar sus contraataques.
El Valencia se sentía cómodo defendiendo; el Celta solo hacía daño por las bandas, cuando entraban en juego Pione Sisto, Hugo Mallo o Wass. Pero la lesión de Roncaglia (min. 20) nubló el panorama celeste. Unzué apostó por situar en el lateral izquierdo a un central como Fontás en vez del eslovaco Mazan, y su equipo dio, quizás inconscientemente, un paso atrás.
El Valencia asustó con un contraataque culminado por Andreas que obligó a Sergio a lucirse y con un disparo de Guedes que se marchó fuera por poco. Con un tiro desde la frontal de Wass, tras una buena pared con Maxi Gómez, y un disparo cruzado de Pione, el Celta reaccionó en la recta final del primer tiempo, aunque en el arranque del segundo el Valencia adelantó líneas y empezó a tener más el balón.
Guedes rozó el gol en el minuto 49; otra vez lo evitó Sergio con una espectacular parada. Pero una pérdida de balón de Pione Sisto en la salida mató a su equipo: Guedes conectó con Santi Mina y este fusiló al portero gallego con un potente remate cruzado.
La alegría, no obstante, apenas le duró cinco minutos al Valencia: falta lateral ejecutada por Wass y espectacular cabezazo de Maxi Gómez. El gol del empate oxigenó al Celta, que encerró a su rival en su campo y se adueñó del balón.
El partido estaba roto. Wass casi logra la remontada con un remate de cabeza que se fue rozando el larguero; el Valencia disfrutó de una doble ocasión a falta de nueve minutos: Sergio desvió el remate de Santi Mina y Tucu Hernández salvó el tiro de Kondogbia bajó palos.
El Celta estaba volcado y el equipo de Marcelino, con rápidas transiciones, disfrutó de más ocasiones en los últimos minutos, pero Sergio se agigantó en la portería y evitó el triunfo valencianista.